El Banco de Japón (BoJ) ha estrenado el calendario de citas con los bancos centrales de esta semana, manteniendo su política monetaria básicamente sin cambios (los tipos se mantienen en el -0,10%), aunque sí ha introducido cierta flexibilidad para dejar fluctuar ligeramente los tipos a largo plazo.
Los ajustes en la política monetaria del BoJ, tal como esperaba el consenso del mercado, suponen añadir más flexibilidad en las operaciones de bonos, aunque manteniendo el objetivo de rentabilidad del 10 años cerca del 0%. Por otra parte, mantiene las compras de activos ETFs, pero cambia algo la asignación (hacia activos vinculados al Topix en lugar del Nikkei 225).
Desde Bankinter (MC:BKT) señalan que “el banco central revisó a la baja las expectativas de crecimiento para 2018 al 1,3%-1,5% y de inflación al 1%-1,2%. El yen que se había apreciado en relación al euro la semana pasada, reaccionó a la baja y también la rentabilidad del bono 10 años (al 0,069%)”. Los rendimientos de los bonos japoneses y estadounidense también se han debilitado tras la decisión del BoJ, en una reacción que Renta Markets califica de “decepción”.
Una reacción esperada, según explican en Link Securities, “después de que ayer el BoJ tuviera que intervenir por tercera vez en los mercados ante la fuerte caída de los bonos del gobierno a 10 años. Creemos que este pequeño cambio introducido por el BoJ mientras que mantiene su expansiva política monetaria servirá para tranquilizar a los inversores”, explican en Link Securities.
En las bolsas también ha habido moderación. La Bolsa de Tokio ha cerrado con un ligero avance del 0,04%, y las bolsas europeas han abierto planas.
Jesper Koll, Japan Senior Adviser en WisdomTree, advierte que esta política ultra laxa “sugiere que a principios de 2020 sea la fecha más temprana para las subidas reales de tipos en Japón” y añade que “el resultado debería ser el aumento de la liquidez tanto en el JGB como en los mercados mundiales, así como una depreciación estructural del yen frente al dólar”.
Para los analistas de Renta 4 (MC:RTA4), “cualquier movimiento de normalización monetaria pasaría por a su vez una normalización de los datos de inflación, que siguen excesivamente bajos (IPC general anual junio +0,7% y subyacente +0,2%). A esto se añade una producción industrial de junio muy por debajo de la esperada: -2,1% vs -0,3%e y anterior -0,2%. La decisión del Banco de Japón de mantener su política monetaria se ha traducido en cierta cesión de TIRes 10 años, -4 pb tanto en Estados Unidos (2,94%) como en Alemania (0,41%), donde habíamos visto cierta tensión al alza en las últimas sesiones puesto que un aumento de tipos en Japón podría suponer una vuelta de flujos japoneses que están en activos en el exterior, con la consiguiente presión al alza para los tipos a nivel global”.
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