Comenzamos el tercer año de gobierno de Cambiemos, es decir ya
completo la mitad de su mandato, dejamos atrás el camino que nos
conducía a ser la segunda Venezuela del continente ya que el caos,
la corrupción a niveles de saqueo, el desgobierno, el continuo
atentado a la libertad de expresión se estaban consolidando en el
país. Hoy todo eso quedo atrás, recuperamos las libertades
públicas, la corrupción esta en retirada, las esperanzas de un
mejor vivir se van afianzando.
Muchos dirían que dos años de gobierno no es
nada para revertir el desorden heredado, pero a quienes esto dicen
podríamos contestar: fueron suficientes, si observemos y nos
comparamos con los abismales cambios que sufrió Alemania desde 1945
cuando se rindió a los aliados, con su territorio dividido y ocupado
por las cuatro potencias vencedoras, en la que solo habían quedado
ruinas, hambre y muerte, y en solo un quinquenio logro transformarse
nuevamente en un estado respetado, pujante, consultado y referente a
nivel mundial.
Pero el invalidante gradualismo con que se conduce
el gobierno por temor a las supuestas reacciones de ciertos sectores
de la sociedad, no nos permite avanzar a la velocidad y en la
dirección que lo requieren la circunstancias, peor aún nos esta
conduciendo a la confusión, el desanimo pero fundamentalmente a un
error que eventualmente puede desembocar en situaciones de difícil
pronostico cuyas consecuencias políticas, económicas y sociales
podemos y debemos evitar.
¿Por qué decimos esto? Veamos algunos de los
aplazos que tenemos:
Estamos entre el tercer y cuarto lugar en el mundo
entre los países colocadores de deuda por ello estamos pagando entre
350 y 400 millones de dólares solo en comisiones a los agentes
colocadores en Wall Street, por otra parte las tasas de interés que
pagamos duplican a las de Uruguay, Paraguay, Bolivia y con creses a
las de Chile. Nuestra deuda externa crece agigantadamente para
financiar a un estado inoperante, que gasta año a año más de lo
que le recauda, pero cuidado esta situación se mantendrá hasta
el momento en que los mercados de capitales mundiales estén
dispuestos a seguir prestándonos, ya que cualquier acontecimiento
abrupto puede motivar su cambio. Pero para mostrarnos la cara linda
de la moneda, que en verdad es falsa, está el Presidente que
continúa hablando del inminente aluvión de inversión extranjera,
solo existente en sus deseos e imaginación.
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Por otra parte el Banco Central se endeuda y paga
intereses cuando pide prestado dinero al exterior para cubrir el
déficit fiscal, paralelamente se endeuda y paga intereses cuando
coloca bonos en el mercado interno para controlar la inflación, es
decir paga dos veces por el mimo dinero, pero ninguna de las dos
variables soluciona.
Nuestras variables económicas continúan descoordinadas y algunas
descontroladas, esto lo sufren de forma directa y preponderante las
Economías Regionales y las Pymes, a cuales variables hacemos
referencia:
El atraso cambiario provoca que sigamos teniendo una balanza
comercial deficitaria, consecuentemente esto atenta contra la
totalidad de nuestras exportaciones, descoloca en el mercado interno
a nuestras industrias por la competencia extrajera, atenta contra el
turismo nacional en beneficio del externo, si a ello sumamos las
usurarias tasas de interés que pagan impuestas por el Banco Central
para controlar y disminuir la inflación, más la competencia desleal
de las grandes empresas que tienen acceso a los mercados
internacionales de crédito, finalmente para colmar el vaso todo
esto también atenta contra el trabajador local, pero
fundamentalmente encontramos aquí las causas de que las Economías
Regionales y las Pymes se encuentren hoy ante una coyuntura de una
magnitud tal que las superan y las llevan a este dramático estado
en muchos casos agónico, pero en todos con un sentimiento de
indefensión.
Practicamos el gradualismo pero paralelamente la energía y los
combustibles tienen piedra libre con aumentos totalmente
desproporcionados comparados con los índices de inflación, pero
para armonizar y equilibrar la ecuación tenemos a los jubilados como
variable de ajuste que son confinados a la indigencia, tomemos en
cuenta que los fondos por ellos aportados durante toda su vida
laboral en lugar de ser devueltos en mejores prestaciones, son
tomados impunemente por el estado para financiarse. Esto al igual que
las sociedades de medicina pre-pagas que descontroladamente aumentan
el costo de sus prestaciones, ante un rehén indefenso: el
paciente-cliente.
Continuamos con grandes bolsones de pobreza en nuestra sociedad, y no
encontramos la forma de terminar con estas calamidades sociales
inadmisible en un país con la potencialidad que Dios nos doto.
A diario la justicia avanza y pone en prisión a
funcionaros corruptos, pero se detiene cuando debe actuar contra los
socios de los mismos: los empresarios, que siguen intocables actuando
impunemente. Al igual que el gremialismo continua dominado por
caciques corruptos que hace décadas que están al frente de sus
sindicatos.
La inseguridad esta tanto o más agravada que en
el pasado reciente. La educación continúa siendo castigada por los
intereses gremiales, ello acompañado por un deterioro progresivo
del nivel profesional de los educadores. Somos el octavo país del
mundo en extensión territorial pero dejamos prácticamente de tener
Fuerzas Armadas, estamos en indefensión total. Sin que nada haya
cambiado, vemos que las Cámaras de Diputados y Concejales tanto de
la oposición como del partido gobernante están integradas por
amigos y no por idóneos, cuado observamos que los amigos del
Presidente al igual que los parientes de los Ministros ocupan cargos
públicos por el solo hecho de la amistad o el parentesco, esto
aterra ya que nos lleva a épocas que creímos superadas.
A todo esto debemos sumar un hecho que pareciera de menor
trascendencia pero que en algunas circunstancias es vital: el
gobierno no sabe comunicar.
Para finalizar esta muy incompleta y triste síntesis, ¡Cuando
dejaremos de sufrir al ver emigrar a nuestros hijos en busca de un
futuro mejor, porque no lo encuentran en su país!
A diario nos preguntamos: Argentinos que nos esta pasando que
continuamos con una ceguera atroz que solo mira al pasado, que
hablamos del futuro pero poco hacemos para cambiarlo y hacerlo más
promisorio. Sin duda dimos un paso gigantesco tratando de consolidar
la democracia y el respeto por las instituciones de la República,
pero esto no se termina aquí, el próximo paso a dar también es
gigantesco para ello debemos encararlo con la misma grandeza,
inteligencia y voluntad para que todos los aplazos pendientes se
transformen en materias aprobadas, recién ahí tendremos
consolidada la tan ansiada República.
Diego Lo Tártaro
Presidente IADER