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Llegan las fiestas ¿qué pasa con los excesos y las adicciones?



Llega  fin de año, un clásico momento para celebrar. Algunos lo harán agradecidos por los logros obtenidos durante el año que termina y, otros, brindando porque se acabe de una vez a ver si el próximo les es más favorable.

Según dos definiciones de la RAE, festejar es:
1. tr. Celebrar algo con una fiesta u otra manifestación de alegría o agrado.
2. prnl. p. us. Divertirse, recrearse.

Como vemos, festejar involucra cuestiones como alegría, agrado, diversión y recreación. Festejar es una necesidad básica del ser humano. Celebrar un logro, el fin de un ciclo, un hito o acontecimiento personal o grupal es importante para la salud psicológica y una oportunidad para consolidar lazos sociales. Festejar es tan importante como descansar. Justamente, recrearse significa volver a crearse, recomponerse, restaurarse.

Excesos de fin de año

Sin embargo,  las manifestaciones de alegría o la búsqueda de diversión  muchas veces derivan en excesos de diversos tipos: en las comidas, las bebidas alcohólicas, en la actividad física, en la confianza en el uso de pirotecnia o de vehículos, por ejemplo.

Adolescentes y adultos jóvenes esperan el momento de brindar con su familia para después encontrarse con sus amigos y seguir festejando. En estas noches se potencia la natural impulsividad de los adolescentes, el predominio de la acción por sobre la reflexión. Es típico de los adolescentes el sentirse inmunes a todo y la tendencia a cruzar los límites a lo que se suma la desinhibición provocada por el alcohol y otras sustancias. Un combo bastante peligroso.

También son días difíciles para el personal de guardia de los hospitales, sanatorios y dispensarios de salud. Desfilan por sus salas: indigestados, accidentados, quemados, infartados, intoxicados y todo tipo de situaciones que nos alejan de la alegría.

Para los adictos en recuperación son fechas especialmente complicadas. Las fiestas son, de por sí, movilizantes para todas las personas por diferentes motivos. En el caso de las personas en recuperación por el uso problemático de sustancias, temas familiares no resueltos, hijos, parejas o padres ausentes, serán evocados en estos días aumentando el dolor psicológico. Este tipo de dolor es, en el fondo, lo que no pueden tolerar y lo que buscan aliviar con la sustancia, el juego, el trabajo, el sexo. Por otro lado, aquellos que van a reunirse con sus familiares suelen encontrar un ambiente más laxo, distendido o permisivo en cuanto a los controles de la abstinencia de alcohol teniendo mayor posibilidad de consumir. Son momentos, entonces, en los que aumenta grandemente su vulnerabilidad a situaciones de recaída.

Qué nos pasa realmente

Quizás tendríamos que preguntarnos qué nos lleva a estos excesos en las fiestas. Tal vez no tenemos adicciones pero en algún punto usamos el mismo mecanismo: nos abarrotamos de comida, bebida, etc., para no tomar contacto con aquello que nos duele.

Siempre podemos encontrar maneras más saludables de celebrar, de compartir, de divertirnos sin necesidad de recurrir al alcohol, al exceso, disfrutándonos y cuidándonos los unos a los otros, agradeciendo la posibilidad de festejar y estar juntos.

El Counseling brinda un espacio de escucha para poder reflexionar sobre quienes somos, para qué hacemos lo que hacemos, encontrarnos con nosotros mismos y mejorar la manera de vincularnos con la vida.


Por Guillermo Martín, Asociación Argentina de Counselors
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Acerca de la Asociación Argentina de Counselors
La Asociación Argentina de Counselors (Consultores Psicológicos) nuclea a los profesionales de esta disciplina desde 1991 y obtuvo su Personería Jurídica como entidad civil sin fines de lucro en 1993. Los objetos de la Asociación son: Nuclear a los profesionales Counselors; Generar espacios de capacitación y actualización; Establecer las normas generales y el código de ética y velar por su fiel cumplimiento; Promover la realización de trabajos de investigación y su difusión; Establecer vínculos, suscribir acuerdos y convenios de cooperación con otras instituciones y organizaciones; Proporcionar asesoramiento profesional; Crear espacios para compartir experiencias profesionales y recreativas; y hacer del Counseling una acción preventiva, promotora del desarrollo y bienestar de las personas.
Acerca de la disciplina
La especificidad del Counseling es el desarrollo y el bienestar personal, su tarea de ayuda está dirigida a personas que necesitan un espacio de escucha y acompañamiento para comprender mejor sus problemas, tomar decisiones, o realizar cambios en algunos aspectos de sus vidas. El counseling viene a llenar parte de un vacío socio-cultural, como una oportunidad para el desarrollo de las potencialidades de la persona, para que estos puedan reconocer sus propios recursos internos.
Como abordaje, el Counseling no procura una cura, se corre del paradigma médico terapéutico; es una disciplina que interviene en el área de la promoción del desarrollo humano y el bienestar. Es decir, no actúa en campos donde ya existen otras profesiones que dispensan atención a personas afectadas por trastornos de la conducta o de la personalidad.
Se trata de una profesión que facilita, por medio de un proceso acotado en el tiempo y encuadrado en sus objetivos específicos, áreas y medios de intervención, un proceso de cambio a personas, parejas, familias y grupos. El profesional facilita la resolución de problemas, fomentando el desarrollo, el despliegue del potencial de la persona y el cambio, sin que esto implique una reestructuración de la personalidad.