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Bitcoin es un fenómeno que provoca emociones conflictivas en las personas. Miedo. Emoción. Elación. Duda. Para los gobiernos encargados de regular cada cosa nueva que surja, ya sea el automóvil o Internet, Bitcoin presenta un enigma. ¿Cómo regular una creación tan aparentemente no regulable? Mientras que muchos gobiernos occidentales han llegado al botón "Miedo", Japón ha adoptado el enfoque inverso.
Tierra de la moneda en alza
Bitcoin ha sido un método de pago legalmente legal en Japón desde abril, cuando 4,500 tiendas comenzaron a aceptar la criptomoneda, y el periódico financiero líder, el Nikkei , consejos que se 
multiplicarán por cinco para fin de año. Los compradores japoneses pueden gastar bitcoin en una variedad de tiendas, incluyendo el gigante de la electrónica Bic Cam y los letreros de bitcoin se muestran de manera destacada, lo que ayuda a crear conciencia. Los BTM (cajeros automáticos que intercambian fiat por bitcoin) están dispersos por todo el país, e incluso existe la posibilidad de pagar facturas de servicios públicos con un descuento especial de bitcoin a través de Remixpoint.
multiplicarán por cinco para fin de año. Los compradores japoneses pueden gastar bitcoin en una variedad de tiendas, incluyendo el gigante de la electrónica Bic Cam y los letreros de bitcoin se muestran de manera destacada, lo que ayuda a crear conciencia. Los BTM (cajeros automáticos que intercambian fiat por bitcoin) están dispersos por todo el país, e incluso existe la posibilidad de pagar facturas de servicios públicos con un descuento especial de bitcoin a través de Remixpoint.
Tras el colapso de Mt Gox, en el cual se liquidó el intercambio de bitcoins más grande del país (y de hecho el mundo), perdiendo 850,000 bitcoins, los reguladores japoneses intervinieron. En lugar de intentar frenar el uso de criptomonedas, promulgaron regulaciones que ordenaban intercambios para mantener reservas de capital , mantenga los fondos de los clientes por separado e implemente los procedimientos de KYC. Mientras tanto, muchos gobiernos occidentales han vacilado sobre la regulación de la criptomoneda.
Reguladores montan
Esta semana, el secretario del Tesoro de Donald Trump emitió sus primeros comentarios públicos sobre bitcoin, y no estaban exactamente brillantes. Su principal preocupación era asegurarse de que el bitcoin no se pudiera usar "para actividades ilícitas". También invocó los canards habituales que
los funcionarios del gobierno son propensos a emitir al mismo tiempo, citando el lavado de dinero, los terroristas y la red oscura. La única caja que el secretario del Tesoro olvidó marcar fue la marcada como "pornografía infantil".
Estas acusaciones no se limitan a bitcoin, por supuesto. La criptografía en su conjunto es la pesadilla de muchos gobiernos occidentales, y los líderes británicos y estadounidenses en particular expresan su frustración por el hecho de que no se pueden construir puertas traseras en plataformas de mensajería cifradas como Whatsapp. Bitcoin está misericordiosamente libre de intentos centralizados de entrometerse con el código, pero eso no ha impedido que los gobiernos restrinjan los puntos de entrada y salida del mundo ficticio. Los funcionarios no han usado el martillo en bitcoin, pero han hecho poco para apoyarlo.
¿Oportunidad o amenaza?
Japón es una nación conocedora de la tecnología cuyos funcionarios electos tienen una mejor apreciación del 
poder transformador de las tecnologías emergentes que la mayoría. Se deduce que los países con mayor inclinación digital deberían estar entre los primeros en adoptar la criptomoneda. En Europa, Estonia, con sus pasaportes digitales e-Residency, es otro país que ha sido positivocon la criptomoneda.
poder transformador de las tecnologías emergentes que la mayoría. Se deduce que los países con mayor inclinación digital deberían estar entre los primeros en adoptar la criptomoneda. En Europa, Estonia, con sus pasaportes digitales e-Residency, es otro país que ha sido positivocon la criptomoneda.
La "regulación de Bitcoin" puede significar cosas muy diferentes en diferentes países. En Japón significa tomar medidas para salvaguardar a los ciudadanos a la vez que se fomenta el uso responsable de bitcoin y se permite a las empresas de cifrado seguir con los negocios. En otras naciones desarrolladas, sin embargo, la "regulación bitcoin" es un eufemismo para "anti lavado de dinero".
Pulgares abajo desde abajo
"Australia sigue a Japón en su intento de regular el bitcoin", decía el titular del Financial Times . Todo suena muy prometedor, pero ahonda en la historia y se hace evidente que Australia no va a comenzar a implementar BTM y colocar señales de bitcoin en sus tiendas minoristas.
"Detener el movimiento de dinero a criminales y terroristas es una parte vital de nuestras defensas de seguridad nacional y esperamos que las empresas reguladas en Australia cumplan con nuestro régimen integral", afirma el ministro de justicia del país en términos orwellianos.
Japón no ha sido tímido a la hora de evaluar Bitcoin, como lo demuestran sus estrictas normativas KYC y las nuevas directrices de ICO. Pero se atenúa con una invitación abierta a los propietarios de los intercambios, los empresarios, los pioneros de la criptografía y los entusiastas de los bitcoins que dicen: "Estamos abiertos a los negocios". Los gobiernos occidentales podrían aprender mucho.
Imágenes cortesía de Shutterstock y Whatsapp.
