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No hace mucho, la Autoridad de Mercados Financieros de Nueva Zelanda, también conocida como FMA, publicó un comentario sobre ofertas iniciales de monedas (ICO) y servicios de moneda digital.
En sus declaraciones, el regulador financiero declaró que la sustancia económica, junto con unas pocas características, puede determinar si una OIC es un producto financiero o no. El informe continúa y explica cómo las OIC pueden caer dentro del alcance de productos de inversión gestionados, títulos de deuda, derivados, valores de renta variable y más, por lo tanto, las empresas que poseen estas campañas de crowdfunding pueden tener que cumplir con ciertos requisitos reglamentarios.
TODOS LOS TOKENS Y MONEDAS DIGITALES SON VALORES
La agencia se adelantó y aclaró que: "Todos los tokens o criptomonedas son valores según la Ley FMC [Ley de conducta de los mercados financieros 2013], incluso aquellos que no son productos financieros. Un valor es cualquier arreglo o instalación que tiene, o se pretende que tenga, el efecto de una persona que realiza una inversión o gestiona un riesgo financiero ".
No solo esto, sino que el regulador también mencionó que todas las empresas que ofrecen servicios financieros relacionados con monedas digitales, como billeteras, intermediarios e intercambios, deben cumplir con la Ley de Proveedores de Servicios Financieros de 2008. En caso de que una moneda digital no se defina como producto financiero, entonces las empresas deberán cumplir con las regulaciones comerciales, de acuerdo con la Ley de Comercio Leal.
La FMA también comentó que en este momento, la mayoría de las bolsas en línea que operan en la región no tienen licencias y no están reguladas, por lo tanto, si algo sale mal, los inversores no podrán recuperar legalmente su capital de inversión.
Sin embargo, estas declaraciones nos llevan a pensar que Nueva Zelanda en realidad no está planeando trabajar en ningún marco legislativo para las monedas digitales y los servicios relacionados en el corto plazo. Por el contrario, algunos creen que la FMA desea informar al público que no asumen ninguna responsabilidad en caso de que las cosas vayan mal.
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