En
la actualidad, la seguridad de nuestros hijos es una de las
principales preocupaciones que tenemos como padres. Y, sobre todo, a
la hora de otorgarles cierta independencia para que empiecen a
manejarse por sus propios medios, saber cuándo llegan al colegio o a
la casa de sus amigos.
La
etapa de la adolescencia en la que nuestros hijos nos exigen
independencia y empiezan a salir de noche se convierte en un momento
de angustia para todos los padres que temen por la seguridad y el
bienestar de los más chicos de la casa. Y, hoy en día, gracias al
avance de la tecnología, la seguridad personal llevada a este campo
cobra cada vez mayor importancia y aumenta la demanda.
Pueden
encontrarse una gran cantidad de aplicaciones que informan vía sms
si sus hijos llegaron a donde deben. Por medio de la geolocalización
se puede indicar rápidamente la ubicación de los seres queridos
cuando están fuera del hogar y permiten darnos aviso ante cualquier
eventualidad que suceda.
Lo
importante en estas aplicaciones es que no sean “invasivas”. ¿Qué
queremos decir con esto? Que no tengan acceso a los datos privados
del usuario. Su preservación es fundamental para las empresas que
desarrollan estas aplicaciones. Sin embargo, cabe mencionar que estos
datos pueden estar disponibles para dar soporte ante eventualidades
de funcionamiento o ante cualquier señal de emergencia, pero el
seguimiento de las personas es administrado por el propio usuario y
nadie más.
ADT,
empresa que desarrolla en Argentina las operaciones de seguridad de
Johnson Controls, cuenta con una aplicación llamada FindU,
que activa la geolocalización y
posee un botón anti-pánico virtual que indica la ubicación de los
seres queridos cuando están fuera del hogar y permite dar aviso ante
cualquier eventualidad. Tiene un
módulo de autogestión que permite programar las zonas y horarios en
los que debe encontrarse la persona que se está monitoreando. De
esta forma, envía alertas vía SMS o correo electrónico en caso de
haber algún cambio en la rutina.
A
su vez, se puede ver en detalle todo el recorrido que hizo la
persona: los padres pueden marcar puntos de referencia (como una
plaza o una esquina que quede camino al colegio) y recibir avisos a
medida que el niño va pasando por estos lugares. A su vez, una vez
llegado a destino, se puede indicar la llegada y el horario.
Lo
que convenimos entender es que estos mecanismos de control vía
aplicaciones no deben usarse de manera abusiva o como una manera de
“vigilar” todos los movimientos de los más chicos. Deben
utilizarse con prudencia y para situaciones particulares, sin invadir
el espacio personal de los más chicos y siempre con los propósitos
para los cuales fueron desarrollados, como acompañar y proteger.