En el marco de su
programa de Sustentabilidad Mercedes-Benz Argentina colaboró con materiales
para que el trabajo de Viviendo Digna y Fundación Danone sea posible.
Vivienda Digna fabricó
bancos y mesas en los talleres de su corralón social, que serán destinados a
chicos del sur de Gran Buenos Aires. Esto se hizo en el marco de una acción
conjunta con Fundación Danone, en la que participaron como aliados Cetol,
Mercedes-Benz y PentaKa.
Fundación Danone, a través de su Comité de
Voluntariado Corporativo, alienta y capacita a los empleados de la compañía
para llevar adelante acciones y proyectos de impacto social en la comunidad
donde viven y trabajan. Por tal motivo, se contactó con Vivienda Digna para
emprender la realización del mobiliario para los cuatro comedores comunitarios
de la ONG Sur Solidario. Esta organización recibe a más de 500 chicos por día y
se dedica a mejorar la calidad de vida de niños en el conurbano sur de la
provincia de Buenos Aires.
Los bancos y mesas se realizaron con donaciones
de tres empresas que se comprometieron con la acción. Mercedes-Benz aportó madera
en desuso proveniente de su Centro Industrial y PentaKa perfiles estructurales.
Por su parte, Cetol brindó un producto especial para que sea resistente al paso
del tiempo. Todas estas empresas son donantes recurrentes de Vivienda Digna.
El mobiliario se realizó en los talleres de
herrería y carpintería con los que cuenta el corralón social de la ONG dedicada
al hábitat y la vivienda. Allí se efectúan nuevos productos a partir de las
donaciones recibidas, buscando satisfacer las necesidades de las familias
destinatarias y asimismo se refuncionalizan muebles y materiales recibidos.
El Corralón Social de Vivienda Digna es un
corralón de materiales para la construcción y equipamiento para el hogar que
fue creado en 2003 y desde entonces se fortalece como el nexo con las familias
de bajos ingresos económicos que están mejorando su casa. Se Retiran donaciones
sin cargo de materiales, mobiliario, sobrante de producción y otros insumos que
ya no se usan.
En el último año, gracias a las 2400 donaciones
de individuos y empresas, el corralón contó con materiales de construcción y
muebles para que las familias de la zona pudieran transformar sus viviendas.
Más de 8700 familias se registraron desde hace una década, cuando abrió sus
puertas.