La semana pasada la Argentina consiguió endeudarse por U$S 2750 millones de dólares con vencimiento en el año 2117. No vamos a discutir acerca de la conveniencia o no de la estrategia sino de otro fenómeno: ¿por qué alguien querría prestarle a un país que ha defaulteado 8 veces en los últimos 200 años? Argentina todavía es considerado un país con alto riesgo político y económico, razón por la cual no fue reclasificado como país emergente y sigue siendo fronterizo.
Sin embargo, a los inversores internacional esto no parece importarles. Incluso ofrecieron prestarle a la Argentina U$S 9750 millones a 100 años. Si miramos con algo de perspectiva, sabremos que hace pocas semanas Costa de Marfil consiguió endeudarse a 16 años a una tasa del 6,25%. Estamos hablando de un país que acaba de tener un nuevo levantamiento militar hace unas pocas semanas. Países como Senegal o Egipto tampoco han tenido demasiados problemas para conseguir endeudarse. Pero la historia no termina solo en lo que podríamos considerar países riesgosos.
Italia tiene una deuda que representa el 130% de su PBI y su deuda a 10 años rinde menos del 2%; incluso el estado de Illinois (Estados Unidos) tiene calificación tuvo un downgrade a un nivel “casi junk” y su deuda a 10 años cotiza al 4,4%.
¿Por qué sucede todo esto que pareciera no tener ningún sentido económico? Porque los Bancos Centrales del mundo han estado inyectando tanta liquidez que los inversores privados están desesperados tratando de conseguir algún rendimiento positivo. Ha esto se lo ha llamado “buying without conviction” o puesto de otro modo, comprar porque no les queda otra alternativa.
¿Por qué alguien querría comprar deuda argentina a 100 años? Con el cupón que paga, en 12 años recuperarían la inversión. Ahora bien, si la política de los bancos centrales se mantiene (la política más laxa de la historia económica mundial), quienes compraron estos bonos podrán tener muy atractivas ganancias. Pero esa es una condición que difícilmente se mantenga por el tiempo necesario…
Tanto el banco Citi como el UBS calculan un índice de “credit impulse” que mide la creación de crédito privado (mide en rigor la efectividad con la cual la política monetaria laxa de los bancos centrales consigue que los bancos comerciales presten en la práctica dinero). Y acá el problema: el credit impulse ha empezado a caer, en parte porque la Fed ha empezado a subir las tasas de interés.

Todavía es muy preliminar sacar una conclusión de si esta caída en el credit impulse se profundizará. Pero hay algo claro: nunca un país de las características de Argentina consiguió endeudarse a 100 años. Quizá este evento marque el pico de euforia de los mercados internacionales de deuda y se transforme en el punto de inflexión a partir del cual haya que empezar a vender bonos.
Para rematar, el Citi y el Bank of America indican que el anuncio de la Fed de que comenzará a vender los activos que acumuló a lo largo de los últimos 8 años (unwinding del balance sheet) tendrá como consecuencia que o las tasas de interés se disperen al alza (bonos cayendo fuertemente) o que los precios de las acciones tengan una fuerte caída. El motivo es tan simple como contundente: están programadas emisiones por U$S 1 trillion en lo que queda del año y si los bancos centrales no estarán comprando, esto tendrá un enorme impacto en los mercados.

Si los políticos fueran responsables, tendría sentido colocar una enorme cantidad de deuda a 100 años si uno tuviera la posibilidad de recomprarla en el mercado secundario. Después de todo, no podemos perder de vista que estamos en una situación increíblemente anómala que no durará mucho tiempo más.
¿Cómo invertir en commodities? - Parte 2
La semana pasada vimos cómo invertir en commodities de manera indirecta (invirtiendo en acciones de compañías ligadas a éstos).
Hoy veremos cómo invertir de manera directa.
Pero primero, tengamos en cuenta lo siguiente: invertir en commodities en el mercado “spot” (en el “aquí y ahora”) es muy difícil para el inversor promedio.
La razón es simple: imaginemos que queremos invertir en petróleo. Si compramos por ejemplo 200 barriles de crudo, tendríamos que afrontar los costos y la logística de trasladar los barriles, alquilar un depósito con las condiciones adecuadas, tramitar los permisos administrativos pertinentes para poder almacenarlos, y luego habrá que trasladarlos nuevamente cuando decidamos venderlos.
Problemas similares tendremos con la gran mayoría de los demás commodities. A menos que no desarrollemos una actividad profesional estrictamente ligada con ese commodity (por ejemplo tener una compañía petrolera), invertir de manera directa comprando “spot” está descartado.
Es por esa razón que la manera más común y fácil de invertir en commodities es utilizando futuros.
Un futuro es un contrato por el cual las partes asumen la obligación de comprar y vender un determinado bien a un precio establecido y con un plazo determinado.
Por ejemplo, podemos comprar esos 200 barriles de petróleo con futuros y cerrar nuestra posición antes del vencimiento del contrato u operar futuros sin entrega física.
De esta manera, podremos invertir en commodities sin tener que lidiar con los problemas que traen aparejado el “carry” en la compra spot.
También, está la posibilidad de operar opciones sobre los futuros de commodities (ejemplo, comprar una opción de compra para comprar soja dentro de un año a un determinado precio). Si los precios se mueven según lo que tengamos previsto (por ejemplo si compramos una opción de compra para comprar soja y el precio se dispara), ejecutamos la opción, y si no, la dejamos vencer sin que sea ejecutada.
¿Y qué conviene hacer?
Para el inversor con poca experiencia y pequeñas sumas para invertir, comenzar invirtiendo en acciones de empresas relacionadas (inversión indirecta) es un buen punto de partida.
Cuando los montos a invertir son mayores (sumas superiores a USD 200.000), estrategias más complejas son aconsejables para proteger el capital. En estos casos, los managed futures son altamente recomendables.
Precisamente, los managed futures son estrategias (ejecutadas por un manager) basadas en métodos estadísticos que se utilizan en el mercado de futuros, generalmente en commodities y que permiten agregar una alta cuota de diversificación al portfolio del inversor.