Management
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La nueva torre BBVA Francés conjuga la arquitectura amplia, abierta y transparente propia de una oficina dotada de alta tecnología con una cultura laboral que integra el núcleo central del trabajo presencial en equipo y la conexión en redes que abarcan a colaboradores de toda la organización y sus clientes.
Desde 2010, el Grupo BBVA lleva adelante en
diferentes países un proyecto global
de construcción de nuevas sedes y
en Argentina se
corona con la inauguración de su torre de 33 pisos que luce su marca
corporativa, enclavada en el empinado centro financiero y complejo de
negocios, próximo al microcentro de la ciudad de Buenos Aires.
Desde la dirección de Talento y Cultura de
BBVA Francés se desarrolló un intenso plan de comunicación siempre
necesario en migraciones masivas de empleados. El plan, denominado
MEET (Mejores Espacios de Encuentro en el Trabajo), contempla
acciones multicanal que promueven el cambio cultural: más de 70
piezas de comunicación, capacitaciones, management meetings, trivias
y juegos, sitio web, visitas guiadas, notas en intranet, cobertura en
la revista interna, activaciones sorpresa y eventos de bienvenida.
La actitud MEET está presente en los pilares
de cambio que se transmiten a los más de 2.700 colaboradores que
trabajan en 10 edificios de Buenos Aires, entre ellos, los
emblemáticos de Reconquista 40 y Reconquista 199, además de las
oficinas de Venezuela 540. Una actitud más innovadora, más digital,
más cercana al cliente y, en definitiva, un mejor contexto laboral
que potencie el desempeño. El número final de moradores que
ocuparán la gran torre de Catalinas Norte se ubica en
torno de los 2.000, pero la nueva
matriz aprehendida y el layout
corporativo generado serán replicados en las remodelaciones y
mudanzas pendientes en otros dos edificios.
El proceso de cambio cultural que se está
llevando a cabo contribuye además con el objetivo de hacer de BBVA
el mejor lugar para trabajar e impactar positivamente en los
distintos rankings de clima, satisfacción laboral y marca empleador.
Espacios planos y transparentes
Las actividades laborales y sociales con los
compañeros de trabajo discurren en espacios planos, a la vista, si
bien se integran a redes digitales bajo un mismo aunque elevado
techo. A nivel global, estas nuevas
estructuras, con cristales más sencillos y formas más modestas,
están revolucionando los skylines.
En ese sentido, BBVA adecuó su
estrategia corporativa a posicionarse en un contexto en el cual las
grandes ciudades cuentan cada vez con menos espacio y las oficinas
crecen hacia arriba. Un ejemplo: la imponente torre de BBVA Bancomer,
de la Ciudad de México, a la que el sitio especializado en temas de
arquitectura ArchDaily acaba de otorgar el premio Building
of the year 2017 (Edificio del
Año 2017).
Edward Glaeser, economista de Harvard, alerta
sobre la complementación que existe entre tecnología y urbanismo y
que, por ello, las grandes
edificaciones serán sinónimo de productividad.
“Somos seres sociales y estamos hechos para vivir y trabajar con
las personas que nos rodean. En ese sentido, los rascacielos lo
facilitan”, sostiene.
La automatización y la inteligencia
artificial cambian la función de las oficinas, que terminarán
convirtiéndose en salas de exposición o de reuniones con clientes
en lugar de ser “cajas para personas”. De ahí que este tipo de
espacio laboral tenderá a constituirse en una manera de reclutar y
retener a los empleados. No es una profecía de Nostradamus sino
fruto de la observación del director de investigación comercial de
Knight Frank, Lee Elliott. La tecnología conectará, en todo caso,
esa sinérgica usina concentrada de talentos calificados con los
proyectos a distancia.
Tecnología y urbanización
No es nuevo. Los primeros rascacielos fueron
concebidos en el siglo XIX en Nueva York y Chicago y evolucionaron en
respuesta a la urbanización y a los avances tecnológicos en el
sector de la construcción y la ingeniería. A finales del siglo XX,
impulsados por la globalización y la migración de los trabajadores
hacia las ciudades, el resto del mundo se rindió al larguirucho
tótem de acero y vidrio.
Según la consultora global McKinsey, la
tendencia para dentro de 10 años es que por lo menos tres centenares
de las compañías líderes del planeta concentren en rascacielos sus
sedes.
La Torre BBVA corporativa de Buenos Aires
entraña un concepto de ciudad vertical sustentable,
digital e innovadora. La innovación,
junto a la tecnología, el confort y las formas de trabajo
colaborativo, favorece la toma de decisiones con mayor dinamismo,
rasgo clave en la evolución cultural que busca BBVA Francés.
El espíritu de colaboración y el
involucramiento, no sólo de las diferentes áreas sino de toda la
línea gerencial y directiva, se desenvuelve en amplias plantas sin
tabiques divisorios, apenas interrumpidas con locutorios y salas de
reunión vidriadas para aislar los ruidos, pero sin impedir la
visibilidad. Facilitan la
colaboración, el intercambio de conocimientos y la transversalidad,
sembrando la confianza entre colegas que consolida la unión de los
equipos.
En los perímetros se dispusieron islas de
impresión y escaneo a las que convergen todas las estaciones de
trabajo y coffee points.
También se intercalan, casi como al pasar, espacios informales de
reunión con mesas altas y banquetas, sillones a los que todos pueden
acercarse para distenderse, en la búsqueda de un espacio
que promueva la creatividad y la agilidad.
Además, la nueva sede cuenta con servicio de comedor, gimnasio,
business center y cocheras.
En el capítulo de prevención de la salud, la
torre BBVA es un edificio libre de humo, dispone de desfibriladores
en los pisos y la totalidad de empleados ha sido entrenada en la
atención de urgencias cardíacas mediante maniobras de RCP y DEA. En
este aspecto, se definió como objetivo obtener la certificación del
edificio como Área Cardioprotegida, avalada por American
Heart Association, además de la
certificación LEED Gold de la US
Green Building Association por ser
un edificio sustentable.