Lo
dijo el Economista jefe de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Ernesto
Ambrosetti, durante el Primer Congreso de Perspectivas Agrícolas de
la Bolsa de Cereales.
El
economista jefe de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Ernesto
Ambrosetti,
señaló hoy que “la presión impositiva” que tiene la soja
vuelve a este cultivo menos competitivo frente al maíz, el trigo y
el girasol, y aseguró que actualmente por cada $100 que el producto
gana, $ 66 se los lleva el Estado”.
“Uno
de los desafíos más importantes es bajar la presión impositiva,
porque en la soja alcanza a 66%, es decir, que por cada $ 100 que
gana el producto, el Estado se lleva $66”, indicó Ambrosetti,
durante el Primer Congreso de Perspectivas Agrícolas de la Bolsa de
Cereales de Buenos Aires, que se celebra en la sede de la entidad.
Allí
precisó que la presión impositiva del “maíz es de 40,4%; del
girasol, de 52,9% y del trigo, de 42,5%”.
En
consecuencia, subrayó que “la soja está debilitada, por precios
internacionales bajos con difíciles perspectivas de recuperación,
pérdida de competitividad relativa con los otros cultivos, y presión
impositiva”.
El
economista destacó que ésa presión “no solo son los derechos de
exportación, sino también los impuestos a los débitos y créditos,
el IVA y el inmobiliario rural, subidos desmedidamente en Córdoba y
en Buenos Aires sin relación con la producción”.
En
el mismo encuentro, la representante del Mercado a Término de Buenos
Aires (Matba), Mariana
Pellegrini,
destacó que “los mercados de futuros y opciones proveen las
herramientas para que los vendedores y los compradores puedan reducir
o minimizar los impactos negativos que producen las variaciones de
precio de los granos”.
Pellegrini
señaló que en los mercados de futuros “los precios son referencia
contra el mercado spot (de entrega inmediata), no comprometen la
mercadería, y actúa como seguros” contra las variaciones de
cotización.
Además
indicó que los de futuros “son mercados garantizados versus los
contratos forward”, para vender un determinado activo en un plazo
hacia adelante y a un precio especificado.
También
subrayó que aportan “transparencia en el descubrimiento de
precios, al libre juego de la oferta y la demanda”.
En
otro orden, el economista jefe de la Federación de Acopiadores,
Leandro
Pierbattisti,
subrayó que la Argentina exportará en 2017 unas “25 millones de
toneladas de maíz”, pero destacó que “los productores podrán
captar un mejor valor, por encontrarse en un momento privilegiado,
como es la contraestación”, con respecto a los Estados Unidos y
Ucrania, principales competidores, donde cuando acá se cosecha, allá
se empieza a sembrar.
El
experto hizo hincapié en la cuestión logística para mejorar la
competitividad de los productores, y remarcó que “no se trata de
mirar los puertos por un lado y el transporte interno por el otro”.
“La
logística es una matriz polimodal que se estudia desde el inicio de
la siembra hasta el momento en que se carga en el barco”.
En
tanto, el consultor privado en temas ganaderos Víctor
Tonelli,
destacó que “el crecimiento de la oferta de las tres carnes,
vacuna, aviar y porcina, al mercado interno para los próximos cinco
años no será menor a 1 millón toneladas”.
De
este modo, Tonelli subrayó que el consumo de carne en Argentina
“alcanzará a los 120 kilogramos al año por habitante en 2020”,
y remarcó que eso “nos colocará en segundo lugar en consumo de
proteínas en el mundo”.
Sobre
la evolución del consumo interno de carne, precisó que “la vacuna
caerá, la aviar se mantendrá y la porcina crecerá”.
Asimismo
pronosticó “un crecimiento fuerte de las exportaciones para los
próximos cinco años”, y precisó que “la carne vacuna pasará
de poco más de 200 millones de toneladas en 2015 a 700 millones en
2020”.
Por
su lado, el gerente de Molinos Agro, Jorge
Domínguez,
señaló que “el mundo necesita 330 millones de toneladas de soja,
de los cuales 289 millones se utilizarán para molienda”.
Explicó
que “mitad de ese crecimiento viene de la demanda de China”, y
remarcó que “Argentina producirá 57 millones de toneladas de
soja” para aportar a la necesidad mundial.
Domínguez
remarcó que “el precio de la soja para la próxima cosecha estará
entre u$s 353 y u$s 379 la tonelada a nivel internacional”, en
tanto que añadió que “en el mercado interno, ese valor oscilará
entre u$s 232 y u$s 250”.