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Las acciones europeas corrigen posiciones ante una serie de débiles resultados empresariales desde Royal Dutch a Telefónica, mientras los mientras los inversores digieren la declaración de política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos y se preparan para la próxima decisión del Banco de Japón.
En uno de los días más intensos del año para los resultados corporativos en Europa, el Euro Stoxx 50 retrocede un 0,86 por ciento a 2.973,73 y el Ibex 35 un 2,10 por ciento a 8.479,2. El índice paneuropeo FTSEurofirst 300 se deja un 0,80 por ciento a 8.479,2.
Las petroleras cotizan con caídas después de que el crudo Brent pierda un 0,8 por ciento a $43.56 el barril, suavizando las caídas de esta mañana cuando tocó un mínimo de 14 semanas en $42,88 ante el persistente exceso de inventarios. El índice bancario europeo lidera las caídas antes de la publicación de mañana de los resultados de las pruebas de tensión del sector.
Royal Dutch Shell pierde un 4 por ciento después de registrar una caída en sus ganancias del segundo trimestre. Las acciones de Telefónica se dejan un 4,5 por ciento después de que el gigante español de las telecomunicaciones no alcanzara las previsiones de beneficio. Carrefour pierde un 5 por ciento después de que las ganancias del primer semestre cayeran un 59% a 129 millones de euros.
En Nueva York, el S&P 500 pierde un 0,2 por ciento a 2.162. El apoyo viene de acciones de Facebook que marca máximos históricos tras unos resultados por encima de lo esperado, aunque Ford cotiza con importantes pérdidas después de no cumplir los objetivos de los analistas.
Aún así, el barómetro de Wall Street se encuentra a sólo 13 puntos del nivel récord de la semana pasada, ya que los inversores creen que la política monetaria seguirá siendo ultra-acomodaticia, algo que presiona los rendimientos de los bonos y deja a las acciones relativamente más atractivas.
Los bonos británicos a diez años han alcanzado un mínimo histórico del 0,705 por ciento y la libra esterlina se deprecia un 0,6 por ciento a $1,3135 ya que los inversores apuestan a que el Banco de Inglaterra recortará las tasas de interés en agosto.
La reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos ha hecho poco para disuadir a los inversores de pensar que el banco central seguirá siendo muy cauteloso a la hora de elevar las tasas de interés.
La Fed dejó el miércoles las tasas de interés sin cambios, pero dijo que los riesgos a corto plazo a la economía de Estados Unidos habían disminuido, el consumo estaba fuerte y que la recuperación en el mercado laboral había recuperado impulso.
"Si bien no hay prueba irrefutable en lo que se refiere a un aumento de tasas en septiembre, la declaración deja la puerta abierta a un aumento en septiembre si los datos entre ahora y entonces sugieren fuertemente que es el curso correcto de acción ", dijo David de Garis, economista de Banco Nacional de Australia.
Sin embargo, los movimientos en los mercados de divisas, bonos y oro sugieren que algunos traders encuentran el comunicado de la Fed más pesimista de lo esperado.
El índice dólar, que mide el dólar frente a una cesta de divisas, desciende un 0,6 por ciento a 96,49 y el oro, que antes de los comentarios de la Fed se negociaba sobre $1.325 la onza, está cambiando de manos en $1.341.
El rendimiento de los bonos a diez años, que se mueve inversamente al precio del bono, y que estaba en el 1,63 por ciento hace una semana, sube hoy un punto básico en el 1,52 por ciento. Los bonos de madurez equivalente en Alemania se mantienen estables en el -0,07 por ciento.
Brian Martin, del ANZ Banking Group, dijo que no había nada en la declaración de la Fed que sugiera que se están moviendo lejos del ritmo gradual de subidas de tipos de interés que se había marcado previamente.
"Hay una ola de reuniones de los bancos centrales durante la próxima semana y podría decirse que tienen una gran importancia para los mercados dados los riesgos de una desaceleración post-Brexit y las preocupaciones por la baja inflación en otros lugares", agregó.
Una de ellas es la reunión del Banco de Japón de mañana viernes, que viene después que el gobierno dijera esta semana que iba a aprobar un paquete de estímulo de 28 billones de yenes.
El yen se ha debilitado y las acciones japonesas han subido en los últimos tiempos en la esperanza de que el impulso fiscal sea seguido por otra bazooka monetario del Banco de Japón. Pero esas apuestas se recortaban el jueves ya que los traders parecen cautelosos por si finalmente el Banco de Japón decepciona.
Las petroleras cotizan con caídas después de que el crudo Brent pierda un 0,8 por ciento a $43.56 el barril, suavizando las caídas de esta mañana cuando tocó un mínimo de 14 semanas en $42,88 ante el persistente exceso de inventarios. El índice bancario europeo lidera las caídas antes de la publicación de mañana de los resultados de las pruebas de tensión del sector.
Royal Dutch Shell pierde un 4 por ciento después de registrar una caída en sus ganancias del segundo trimestre. Las acciones de Telefónica se dejan un 4,5 por ciento después de que el gigante español de las telecomunicaciones no alcanzara las previsiones de beneficio. Carrefour pierde un 5 por ciento después de que las ganancias del primer semestre cayeran un 59% a 129 millones de euros.
En Nueva York, el S&P 500 pierde un 0,2 por ciento a 2.162. El apoyo viene de acciones de Facebook que marca máximos históricos tras unos resultados por encima de lo esperado, aunque Ford cotiza con importantes pérdidas después de no cumplir los objetivos de los analistas.
Aún así, el barómetro de Wall Street se encuentra a sólo 13 puntos del nivel récord de la semana pasada, ya que los inversores creen que la política monetaria seguirá siendo ultra-acomodaticia, algo que presiona los rendimientos de los bonos y deja a las acciones relativamente más atractivas.
Los bonos británicos a diez años han alcanzado un mínimo histórico del 0,705 por ciento y la libra esterlina se deprecia un 0,6 por ciento a $1,3135 ya que los inversores apuestan a que el Banco de Inglaterra recortará las tasas de interés en agosto.
La reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos ha hecho poco para disuadir a los inversores de pensar que el banco central seguirá siendo muy cauteloso a la hora de elevar las tasas de interés.
La Fed dejó el miércoles las tasas de interés sin cambios, pero dijo que los riesgos a corto plazo a la economía de Estados Unidos habían disminuido, el consumo estaba fuerte y que la recuperación en el mercado laboral había recuperado impulso.
"Si bien no hay prueba irrefutable en lo que se refiere a un aumento de tasas en septiembre, la declaración deja la puerta abierta a un aumento en septiembre si los datos entre ahora y entonces sugieren fuertemente que es el curso correcto de acción ", dijo David de Garis, economista de Banco Nacional de Australia.
Sin embargo, los movimientos en los mercados de divisas, bonos y oro sugieren que algunos traders encuentran el comunicado de la Fed más pesimista de lo esperado.
El índice dólar, que mide el dólar frente a una cesta de divisas, desciende un 0,6 por ciento a 96,49 y el oro, que antes de los comentarios de la Fed se negociaba sobre $1.325 la onza, está cambiando de manos en $1.341.
El rendimiento de los bonos a diez años, que se mueve inversamente al precio del bono, y que estaba en el 1,63 por ciento hace una semana, sube hoy un punto básico en el 1,52 por ciento. Los bonos de madurez equivalente en Alemania se mantienen estables en el -0,07 por ciento.
Brian Martin, del ANZ Banking Group, dijo que no había nada en la declaración de la Fed que sugiera que se están moviendo lejos del ritmo gradual de subidas de tipos de interés que se había marcado previamente.
"Hay una ola de reuniones de los bancos centrales durante la próxima semana y podría decirse que tienen una gran importancia para los mercados dados los riesgos de una desaceleración post-Brexit y las preocupaciones por la baja inflación en otros lugares", agregó.
Una de ellas es la reunión del Banco de Japón de mañana viernes, que viene después que el gobierno dijera esta semana que iba a aprobar un paquete de estímulo de 28 billones de yenes.
El yen se ha debilitado y las acciones japonesas han subido en los últimos tiempos en la esperanza de que el impulso fiscal sea seguido por otra bazooka monetario del Banco de Japón. Pero esas apuestas se recortaban el jueves ya que los traders parecen cautelosos por si finalmente el Banco de Japón decepciona.
