Que ocurre con el mercado bursátil argentino, puntualmente la Bolsa
de Comercio de Buenos Aires (BCBA), prácticamente el único mercado
de acciones en el país que no sale de su largo letargo que ya lleva
muchos años.
Se aduce que las condiciones políticas-económicas fueron adversas a
la inversión bursátil, esto es una verdad relativa y simplista, los
motivos son más profundos e institucionales, debemos hacer un
análisis más amplio y ahí es donde advertiremos las graves
falencias de los diferentes agentes que conforman todo el sistema.
No vamos a reiterar los índices bursátiles en detalle, solo basta
recordar que de las 670 empresas que en la década de 1960 cotizaban
hoy solo quedan alrededor de 100, de los 130 millones de dólares
diarios que se operaba en la década de 1990 hoy estamos en alrededor
de 15 millones. Las diferencias son abismales, su retroceso y
decadencia es tan explicito que deben consecuentemente hacernos
reaccionar.
La nueva administración nacional con sus acciones y esperanzadores
mensajes deben movilizarnos para aportar ideas y gestión para que
este adormecido mercado despierte y utilice toda su potencialidad.
Quienes están al frente del mercado bursátil se contentan con la
participación de algunas grandes empresas y declaman ostensiblemente
su interés y dedicación por el ingreso y participación de empresas
Pymes, una falacia que lo desmiente la realidad del mercado.
La BCBA cuenta con el personal más idóneo del
país, la estructura y los fondos necesarios para llevar a cabo una
tarea de culturización bursátil no solo desde Buenos Aires sino ir
al interior del país para llevar y hacer una tarea de educación,
información y captación de empresas al mercado como así también
de inversores.
Resulta paradójico y desconcertante que quienes están al frente
del sistema bursátil miren al costado cuando se plantean estos
problemas e ignoran y ningunean a quienes advierten de esta
situación.
Creo que la realidad del momento económico que vivimos con un
Gobierno Nacional que promueve y realiza acciones favorables a la
inversión, el mercado bursátil no lo advierta y tome conciencia de
su capacidad para desarrollar la inmensa potencialidad que tienen
las Economías Regionales, tan maltrechas e ignoradas desde siempre.
Diego Lo Tártaro Presidente IADER