¿Se imagina tener que pagar por tener un depósito bancario? Tener que pagar por dejar su dinero en el banco en lugar de recibir una retribución a cambio no es una idea descabellada en estos momentos.
Todavía estamos horrorizados con la propagación de la política de tasas de interés negativas.
En Japón, por ejemplo, donde casi dos tercios de la deuda del gobierno tiene un rendimiento negativo…, los ahorradores pagan a un gobierno en quiebra por el privilegio de prestarle dinero ficticio.
Es algo absurdo. En primer lugar, el dinero es falso. En segundo lugar, el prestatario es insolvente. En tercer lugar, el tipo de interés es menos que nada.
Y lo curioso de todo es que esto no es algo puntual o una excepción. Los bancos centrales de Suecia, Dinamarca, Suiza, la zona euro y Japón –todos ellos, presumiblemente, a cargo de adultos sobrios- también han llevado sus tasas de interés de referencia al terreno negativo.
Están haciendo esto para provocar que las tasas que los bancos cobran para los préstamos también vayan a terreno negativo. No solo los tenedores de bonos pagarán por prestar dinero al gobierno, sino que también cualquier persona con un depósito bancario tendrá que pagar por ahorrar dinero.
Ahora, la Reserva Federal de Estados Unidos está considerando seguir estos pasos…, llevando sus tasas de interés a terreno negativo también.
Cuando se le preguntó si la Fed podría decidir adoptar unos tipos de interés negativos, Janet Yellen dejó la puerta abierta:
“Viendo los efectos que han tenido los tipos de interés negativo en Europa y otros países, estamos valorando esta posibilidad”, dijo.
Dolor de cabeza
Ayer, después de pasar la noche cerca de Charlottesville, Virginia, conduje hacia Carolina del Sur sin dejar de pensar en los tipos de interés negativos.
Esta política es un verdadero dolor de cabeza. Solo cobra sentido si uno no intenta encontrarle la lógica.
La lógica es que todo en el mundo del dinero es relativo. Si la economía está retrocediendo, uno piensa que está progresando solo quedándose parado.
El tipo de interés que hay que pagar por la financiación que se recibe también es conocido como “tasa de corte”. Para que valga la pena pedir prestado tiene que ser capaz de ganar más que el tipo de interés que le cobran por el préstamo –la tasa de corte.
Pero, ¿qué pasa si el tipo de interés es inferior a cero?
De pronto, hasta un hombre muerto, tendido en el suelo como un poste caído, puede superar la tasa de corte. Cuando los tipos de interés retroceden, hasta los cadáveres parece que se mueven hacia delante.
Pero espere. El cadáver no se está moviendo, ¿verdad?
Los eruditos Milton Friedman y Ana Schwartz tienen una teoría sobre la Gran Depresión. Ellos dicen que las autoridades, que no pudieron mantener la cantidad de dinero en circulación, fueron los culpables.
Esto es lo que se conoce como “monetarismo” – la idea de que mantener la oferta de dinero correcta es lo que mantiene el equilibrio de la economía.
Hoy en día, el dinero es crédito. Cuando los prestatarios dejan de prestar, el crédito se hunde. Y si el crédito va hacia abajo, una recesión o depresión es casi inevitable.
Los tipos de interés negativos son un movimiento desesperado. Los banqueros centrales piensan que esto permitirá que la oferta de dinero no se contraiga alentando a la gente a pedir dinero prestado.
Pero esto es un sistema de locos: la gente debe endeudarse cada vez más y más (se hacen más pobres), o su dinero se desvanecerá.
Sur… después oeste
Primero conduje el coche al sur y luego al oeste…
Fui por la autopista. Vi mansiones, granjas, bosques, ríos…
Un cartel de un restaurante buffet anunciaba: “Come más. Paga menos”.
“¿Quién era Jesús?” preguntaba una valla publicitaria.
“¿Un accidente? Contrate un buen abogado”, decía otra.
Al llegar a Columbia pasé por un centro de salud mental. Un bromista había escrito un mensaje en la pared. Pasé demasiado rápido para poder leerlo con atención, pero creo que decía algo así como…
“Locos”, con una flecha que apuntaba hacia la izquierda.
“Retrasados”, con una flecha que apuntaba hacia la derecha.
“Banqueros centrales… siga derecho”.
Bill Bonner