Tras una negociación contrarreloj, Mauricio Macri llegó a un acuerdo con Sergio Massa y Diego Bossio para derogar la Ley Cerrojo y de Pago Soberano, con lo que tendrá libertad para cerrar la conflictiva deuda con los fondos buitre.
El consenso se alcanzó anoche en Tigre. El líder del Frente Renovador recibió en su casa a los enviados del Presidente, Rogelio Frigerio y Emilio Monzó, pero debieron luego trasladarse a un restaurant de la ciudad porque la hija de Massa comenzaba las clases y la casa estaba alborotada. También estuvieron en diálogo con Bossio, líder del bloque que rompió con el FPV.
El tandilense propuso limitar la emisión de deuda a 12 mil millones de dólares, y que además sea usada para pagar únicamente a los holdouts. La propuesta de Prat Gay era endeudarse hasta 15 mil millones y utilizar el excedente para otros vencimientos y reducir el déficit fiscal.
Sin embargo, el planteo de Bossio es que no se pueda tomar deuda para gastos corrientes. Además, en principio la idea del PJ es que el Gobierno se maneje con el endeudamiento presupuestado el año pasado por el kirchnerismo, con un tope de 565 mil millones de pesos, sin lugar a nuevas emisiones.
Por su parte, Massa propuso una cláusula que establezca la emisión de deuda sólo para lo que haya que pagar a los fondos buitre. Es decir, la emisión se limitará hasta el pago del acuerdo, ni un dólar más. En línea con lo propuesto por Bossio, esta cláusula prohíbe cualquier emisión para gasto corriente, aunque aceptaría tomar crédito para desarrollo en infraestructura o inversiones productivas.
Además, se le exige a los abogados de la Argentina que negocien un stay por 5 años, para que los que quedaron afuera del acuerdo, que son entre 1500 o 2000 mil millones de dólares (los últimos litigantes que quedarán en el aire), puedan entrar y aceptar las mismas condiciones que el resto.
De hecho, mientras Macri, Massa y Bossio negociaban anoche estos detalles, al mismo tiempo Marco Lavagna y Luciano Laspina le comunicaban al mediador Daniel Pollack la exigencia de este nuevo stay.
Otro dato clave es el pedido de una aclaratoria en el fallo final del juez Thomas Griesa, para que él mismo agregue en los considerandos que este acuerdo es posterior al vencimiento de la claúsula Rufo, y fue alcanzado en negociaciones bilaterales, por lo cual no es extensible a los bonistas que ya entraron en los canjes. De esta forma, quedarían bloqueados futuros reclamos de los llamados holdin.
Todo esto fue aceptado por el Gobierno y se encamina a terminar de cerrar la letra chica del proyecto general. Lo que negocian ahora es si van en un dictamen único, o por separado.
En principio, Bossio y el bloque del PJ iría con dictamen propio pero en el general avalarían lo propuesto por Cambiemos. Mientras el bloque de Massa podría ir en un solo dictamen con el PRO.
En este momento están reunidos en comisión en la Cámara de Diputados, para apurar el dictamen e ir al jueves al recinto, donde el oficialismo tendría los números para aprobar el proyecto.
Sin embargo, el último dato que se acordó es que la sesión pasaría del jueves al martes que viene.
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