El Gobierno nacional habría decidido pagar las obras públicas iniciadas o retomadas en diciembre a 60 días, y emitir bonos para saldar deudas por tareas realizadas durante el último tramo de la gestión de Cristina Fernández de Kirchner, buscando reactivar un sector que en el último bimestre del año pasado sufrió la pérdida de unos 30 mil empleos.
Además, se estudia cambiar el sistema de redeterminación de precios, que complicó en los últimos años a las constructoras pues los contratos se ajustaban por índices producidos por el Indec.
La deuda con empresas en vialidad es de unos 10 mil millones de pesos y de unos 5 mil en el Plan Federal de Viviendas, que se pagarán en bonos, adelantó el Gobierno a directivos de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), segú el diario El Cronista Comercial, aunque aclarando que es prioritario el compromiso de pago de obras efectuadas a partir de diciembre pasado.
Hasta la asunción del nuevo Gobierno la obra pública dependía del Ministerio de Planificación, a cargo de Julio de Vido. Ahora está subordinada a tres carteras: las obras viales, ferroviarias, portuarias y aerocomercial dependen del Ministerio de Transporte, que dirige Guillermo Dietrich; la cartera de Interior, a cargo de Rogelio Frigerio, tiene a su cargo las obras de AySA, Recursos Hídricos, Enosa, hospitales y escuelas; mientras que Energía, a cargo de Juan José Aranguren, controla obras de su rubro.
Además de la demora y falta en los pagos, el matutino remarcó que otra complicación es la falta de determinación de precios de obra según índices de inflación reales, ya que el sistema de ajuste hoy no funciona.
Hasta ahora, la obra continuaba con los mismos precios hasta que no se produzca un aumento del 10 por ciento; allí se determinaba el valor, pagándose sobre el 90 de la variación.
Ahora se analiza aplicar el sistema para reajustar las obras porteñas, activando el cambio de precio al subir 4 por ciento en lugar del 10 por ciento actual y se les pagaría el 100 por ciento.
La deuda con empresas en vialidad es de unos 10 mil millones de pesos y de unos 5 mil en el Plan Federal de Viviendas, que se pagarán en bonos, adelantó el Gobierno a directivos de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), segú el diario El Cronista Comercial, aunque aclarando que es prioritario el compromiso de pago de obras efectuadas a partir de diciembre pasado.
Hasta la asunción del nuevo Gobierno la obra pública dependía del Ministerio de Planificación, a cargo de Julio de Vido. Ahora está subordinada a tres carteras: las obras viales, ferroviarias, portuarias y aerocomercial dependen del Ministerio de Transporte, que dirige Guillermo Dietrich; la cartera de Interior, a cargo de Rogelio Frigerio, tiene a su cargo las obras de AySA, Recursos Hídricos, Enosa, hospitales y escuelas; mientras que Energía, a cargo de Juan José Aranguren, controla obras de su rubro.
Además de la demora y falta en los pagos, el matutino remarcó que otra complicación es la falta de determinación de precios de obra según índices de inflación reales, ya que el sistema de ajuste hoy no funciona.
Hasta ahora, la obra continuaba con los mismos precios hasta que no se produzca un aumento del 10 por ciento; allí se determinaba el valor, pagándose sobre el 90 de la variación.
Ahora se analiza aplicar el sistema para reajustar las obras porteñas, activando el cambio de precio al subir 4 por ciento en lugar del 10 por ciento actual y se les pagaría el 100 por ciento.