Tomar la decisión de invertir en una vivienda propia no es algo que se realice habitualmente. Es por esto que a la hora de contraer un préstamo hipotecario habrá que poner en la balanza un sinfín de cosas que pueden revertir la situación. ¿Cuánto dinero deberé pedir prestado? ¿A qué plazo? ¿Qué tasa me conviene pactar? ¿Es realmente el momento para invertir en una propiedad, o me conviene esperar? Éstas y otras inquietudes son las que afloran a la hora de tomar un préstamo de estas características.
Asimismo, se deberá sopesar no sólo el valor de la propiedad, sino también todos aquellos gastos vinculados a la operación como ser comisiones, escritura, inscripciones, impuestos, mudanza, erogaciones y mantenimiento del nuevo hogar, que muchas veces se olvidan. Adelantándonos un poco, existirán gastos adicionales que estarán relacionados con el préstamo, que incrementarán la tasa que deberemos afrontar y que conformarán lo que se conoce como CFT (Costo Financiero Total), que será ni más ni menos lo que nos costará el crédito tomado.
Los factores que intervendrán y con los cuales se tratará de una operación financiera serán:
- Capital: Será el monto inicial solicitado (el cual será inferior al valor hipotecado). Este valor estará en función de los ingresos demostrables y del valor de tasación del inmueble hipotecado. Sobre este valor inicial se calcularán las cuotas (cuya periodicidad será mensual), de acuerdo al plazo del préstamo y la tasa pactada. El valor que será acreditado en concepto del préstamo será menor al capital original, ya que se deducirán gastos que serán cobrados por la entidad.
- Plazo: En función del plazo pactado se podrán determinar las cuotas a pagar y se podrá calcular el interés (partiendo del capital original). Para el caso de los préstamos con garantía hipotecaria los plazos serán más extensos que para los préstamos para consumo. De acuerdo a lo establecido en la normativa del Banco Central, el plazo máximo será de 30 años.
- Tasa de Interés: la misma podrá ser fija o variable. Para el cálculo de los intereses se utilizará como divisor fijo 360 días.
Ventajas y Beneficios
- Se trata de una operación de bajo riesgo para la entidad (dependiendo de cómo lo administre la entidad)
- Existencia de una garantía real, lo que garantiza el cobro del préstamo
- El comprador de la vivienda puede acceder a la misma tan sólo con una parte del dinero ahorrado
- El sujeto que realiza la venta también se encuentra beneficiado al recibir el dinero del comprador y de la entidad
- Un mismo bien podrá garantizar a varios préstamos