La palabra estrés deriva del griegostringere, que significa«apretar». Si bien es una respuesta natural y necesaria para la supervivencia, muchas veces se confunde con unapatología. La confusión se debe a que este mecanismo de defensa puede derivar en ciertas rutinas o modos de vida, desencadenando problemas de salud.
Existen dos tipos de estrés:
· El estrés agudo, casi siempre se trata de eustrés, o estrés positivo porque ayuda asumir una responsabilidad durante un período corto de tiempo.
· Estrés crónico, prácticamente siempre se trata de estrés nocivo o distrés. El distrés aparece cuando se produce una sobrecarga de tensión que repercute en el organismo y provoca la aparición de enfermedades y anomalías.
La tensión en sí misma no es la que genera distrés o enfermedad, sino nuestra respuesta a este incremento de tensión. No se trata de los eventos en sí mismos, sino del cómo los atravesamos.
EVENTO + RESPUESTA = RESULTADO
Tener presente esta fórmula, anotarla en el escritorio o en nuestro bloc de notas, ayuda a que tengamos presente que no es el evento en sí mismo el que condiciona el resultado, sino nuestra respuesta a ese evento. No el qué, nos pasa, sino el cómo lo atravesamos.
Algunas investigaciones muestran que los grupos de personas que presentan altos niveles de estrés y escasa enfermedad asociada se caracterizan por su ¨audacia psicológica¨, es decir:
· Están comprometidos con diversas facetas de su vida y presentan diversidad de intereses.
· Sienten que ejercen control sobre las cosas que les pasan. Son protagonistas de las circunstancias que atraviesan.
· Experimentan las situaciones nuevas como un desafío positivo y una oportunidad de aprendizaje.
Por el contrario, las personas que enferman de estrés decodifican las situaciones nuevas como un factor de riesgo. Se perciben aislados, impotentes y viven los cambios como eventos amenazantes. Sin embargo, las novedades e incluso las dificultades y los errores pueden ser una gran oportunidad para ahondar en nuestro interior y descubrir dones que no sabíamos que existían.
De este modo, y para enfrentar la tensión es importante trabajar sobre la actitud mental a partir de la cual interpretamos la vida. Leer las situaciones nuevas como oportunidades de aprendizaje y de crecimiento ayuda a resignificar nuestro accionar, evitando quedar atrapados por las circunstancias.
Por ejemplo, en el ámbito empresarial y para cooperar con el manejo de la tensión, los líderes pueden propiciar una actitud de apertura y audacia en su equipo. Ayuda al adecuado manejo de la tensión:
· Reconocer los aciertos y tomar los errores como oportunidades para crecer como equipo, evitando buscar el culpable o la penalización.
· Generar tareas que propongan desafíos y tengan en cuenta las distintas capacidades de los miembros del equipo.
· Reforzar la idea de que todo cambio está lleno de posibilidades.
Ubicada en la zona de Pilar, Buenos Aires, AGC Consultora vocacional y empresarial desarrolla desde hace años servicios de Coaching Vocacional, Pedagógico, Profesional y Organizacional; y Gestión y Consultoría empresarial.
Las exigencias del mundo laboral son diferentes en la actualidad y las propuestas de orientación y acompañamiento utilizadas hasta ahora no logran abordar la complejidad que hoy supone generar un proyecto de vida plena. Por eso, AGC Consultora nació y se desarrolló con la mirada puesta en conjugar intereses, aptitudes y oportunidades de las personas.
Directoras del equipo de AGC Consultora:
Lic. Adriana Canga: Psicoterapeuta – Consultora – Capacitadora
Lic. Lucila Dotto: Psicóloga – Consultora – Coordinadora
Lic. Lucila Dotto: Psicóloga – Consultora – Coordinadora