Que los publicistas de Sergio Massa quieren instalar la idea que puede pelearle el segundo lugar a Mauricio Macri, son parte de las mentiras de campaña. Ya se sabe que Ramiro Agulla creó el monstruo del imbatible Fernando de la Rùa hasta que “Chupete” se rajó en el helicóptero dejando la crisis màs grande en la historia Argentina.
El tigrense pudo haber descontado algunos puntos desde las PASO, pero solo las encuestas truchadas lo dan cerca de “Cambiemos”. Lo de Agulla forma parte de esa acción psicológica sucia, nada más que eso.
Lo que sí suena fuerte y mal es lo que nos confesó una ex integrante del entorno de Malena Galmarini. Una joven contratada –en negro, obvio, nada legal- para trabajar en tareas administrativas hasta que en los últimos meses arreciaron los malos tratos contra ella y otros laburantes.
Frases como: “Hagan las cosas bien porque si se enoja Malena pueden aparecer flotando en el Delta” empezaron a ser cosa de todos los días.
La mujer joven que nos hizo esa confesión, obvio no damos su identidad, tuvo la posibilidad de renunciar porque la familia puede encargarse de su mantenimiento hasta que consiga nueva trabajo.
No es una novedad que a veces los empleados quieran ser más Papistas que el Papa. Pero a la esposa del candidato no le debe pasar por alto que sus laderos quieren imponer una disciplina casi fascista, amenazante, en base al miedo como arma fundamental para imponer orden.
Otra de las expresiones de ese entorno casi demoníaco es amenazar con que los narcos colombianos se van a hacer cargo de las posibles traidoras”.
Malena y el Pai Cesar , acusado de Asesinato
Es posible que en todo entorno cercano a la políticos alguna persona hable de más o comente fuera del trabajo algunas cosas que suceden adentro.
Pero en las cercanías de Sergio Massa no hay ningún secreto de Estado, o algo tan susceptible que deba ser ocultado como si fuera oro en polvo. Solo esa trampa que imprime Ramiro Agulla haciendo suponer que su Massa está arañando el segundo lugar en las Presidenciables cuando, según los más optimistas encuestadores, está a nueve puntos de Mauricio Macri. Tercero cómodo y sin posibilidades de descontar en el tiempo que queda para la hora cero.
Felipe Solà como candidato a gobernador es màs infumable que el mismo Aníbal Fernández, más con sus respuestas altaneras y su impronta de tipo pedante que cuando gobernó la Provincia dejó el terreno apto para la temible alianza de los narcos barriales con la “maldita Policía”.
Sì, “Felipe lo hizo” y los Massa-Galmarini lo refrendan con ese insólito maltrato al personal que trabaja por necesidad y no por convencimiento de que el FR es la solución para algo.
@boimvaser
DETALLES:
Un empleado de la Municipalidad de Tigre, que padece HIV, denunció hoy que fue despedido de su trabajo por la esposa del diputado nacional de Frente Renovador Sergio Massa, Malena Galmarini, a quien acusó de discriminación ante el Inadi.
El empleado, quien mantiene en reserva su identidad por razones de seguridad, tiene 36 años y se desempeñó durante unos cinco años en la Secretaría de Políticas Sanitarias, que depende de la esposa de Massa.
El empleado, quien mantiene en reserva su identidad por razones de seguridad, tiene 36 años y se desempeñó durante unos cinco años en la Secretaría de Políticas Sanitarias, que depende de la esposa de Massa.
A La ola de despidos que afecta a los empleados del Municipio de Tigre, encabezado por el intendente Julio Zamora, comenzó en enero de este año, cuando 55 trabajadores fueron dejados en la calle, literamente, ya que no recibieron telegrama de despido ni ninguna comunicación formal. A partir de entonces los reclamos fueron varios y llegaron hasta una denuncia al Municipio y a la secretaria de Política Sanitaria y Desarrollo Humano de este, Malena Galmarini, en el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo(Inadi).
Uno de los querellantes ante el Indadi fue José Ariel Puente, quien desde 2009 y hasta el 8 de enero de este año se desempeñó realizando múltiples funciones: “Sanjeo, retiro de basura, bacheo, hacía de todo”, relató Ariel a 24con en una entrevista en la que brindó los pormenores de la situación que le tocó vivir y que lo afecta hasta el día de hoy.
“Yo soy diabético. Encima, en noviembre del año pasado me habían operado de la columna. Después me reincorporé en diciembre, y el 8 de enero a las pocas horas de estar trabajando me dicen que vaya al Palacio Municipal. Yo, ingenuo, pensé que era porque me habían dicho que me iba a ver una junta médica. Pero al llegar me recibió un funcionario de Personal y me dijo que no se me renovaba el contrato y que a partir de ese momento quedaba sin trabajo. No me mandaron ni un telegrama de despido, ni nada; sólo me lo dijeron de un momento para otro. Le dije que yo estaba trabajando normalmente y que en todo caso podía realizar otras funciones, pero fue terminante”.
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