La reunión de la Fed del miércoles se convierte en el principal foco de interés de la semana. En la reunión de septiembre Yellen mostraba preocupación por la situación de la economía global y de los mercados financieros, y decidió ser prudente en el calendario de subidas hasta no tener más claridad sobre el impacto de la situación internacional sobre la economía americana.
Y esto no ha cambiado radicalmente desde entonces. A la vista de la debilidad de los últimos datos en EEUU (especialmente los ligados a manufacturas y al sector exterior), se da por prácticamente seguro que no habrá un incremento de tipos.
Más dudas genera la reunión de diciembre. Aunque actualmente la probabilidad que asignan los inversores a una subida en diciembre es muy baja, existen evidentes disensiones en el seno de la Fed sobre la misma, por lo que dependerá de los datos económicos.
Y esto no ha cambiado radicalmente desde entonces. A la vista de la debilidad de los últimos datos en EEUU (especialmente los ligados a manufacturas y al sector exterior), se da por prácticamente seguro que no habrá un incremento de tipos.
Más dudas genera la reunión de diciembre. Aunque actualmente la probabilidad que asignan los inversores a una subida en diciembre es muy baja, existen evidentes disensiones en el seno de la Fed sobre la misma, por lo que dependerá de los datos económicos.