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Los abogados de la Argentina le comunicaron por carta al juez Thomas Griesa que si las demandas del grupo de holdouts que le están solicitando un fallo similar al que obtuvo oportunamente Paul Singer del fondo NML Elliot –y otros demandantes-, el total reclamado ascenderá a unos u$s 4.400 millones, agrupados en dos causas. Y afirmaron que el país sólo se sentara a negociar con esos fondos de inversión si no solicitan que se aplique el “pari passu” una vez obtenida la sentencia firme.
Se trata de una de las primeras señales concretas que da la Argentina a propósito de sus intenciones desentarse a negociar con el conjunto de los tenedores de deuda en default que representa 7% del total. Por supuesto, las condiciones serían las mismas que oportunamente habían planteado funcionarios de Economía al mediador Daniel Pollack.
Ayer, un fondo buitre presentó una demanda por US$ 1.100 millones ante Griesa. El fondo Bracebridge Capital, de Massachussetts, Estados Unidos se sumó a otros fondos de inversión que no entraron a los canjes de 2005 y 2010 y ya le pidieron al juez Griesa el “me too”, es decir, que les den el mismo fallo que ya está firme para una serie de fondos de inversión y grupos de bonistas con una indemnización que, en total, suma U$S 1.300 millones por sus bonos en default, más los intereses pendientes desde el fallo.
Esta semana, el ministro de Economía Axel Kicillof reiteró que “es posible” alcanzar un acuerdo con los holdouts a partir de enero próximo cuando venza la cláusula RUFO, al considerar que habilitaría “otro escenario”. No obstante, el titular del Palacio de Hacienda advirtió: "Si por acuerdo con los (fondos) buitres se llama pagar la sentencia a través de extorsiones periodísticas y mediáticas que hoy están intentando de imponer esos fondos, (entonces) no".
En una entrevista difundida por el canal C5N, Kicillof sostuvo que Argentina "tienen una posición muy clara" al respecto y repitió algunos de los conceptos vertidos en una entrevista publicada el lunes pasado por el diario mexicano "La Jornada".
“He dialogado con todo el mundo y me encontré con una posición muy intransigente por parte de los buitres”, afirmó. Asimismo, calificó a esos fondos como “el ébola del sistema financiero”.
Consultado acerca de un posible acuerdo con los holdouts, el funcionario afirmó que “a partir de enero es posible" siempre y cuando implique atenerse "a la ley, a la justicia, a la igualdad y a no darle a los bonistas más de los que se les da a otros".
