El nuevo entrada de gama de Volkswagen propone buena dinámica y un correcto nivel de calidad, asociados a un moderno impulsor tres cilindros 1.0, para convertirse en un aliado urbano.
La firme decisión de cubrir todos los segmentos para conquistar la mayor cantidad de público posible impulsó a la marca de Wolfsbursgo a incursionar en la categoría de las pick ups primero, con la Amarok, y en la de los autos más chicos en segundo término, con el up!. Este urbano llegó al segmento denominado A00 para reemplazar al “superstar” Gol Power al que ya están extrañando horrores porque su desaparición significa una pérdida del 14% en las ventas. En Europa este modelo se presentó hace casi tres años y para arribar a nuestra región fue sometido a ciertos cambios entre estéticos –los menos- y mecánicos –necesarios- para su adaptación al mercado de estas latitudes. Comparándolos, encontramos que el de acá es 6 cm más largo y su despeje es 2 cm mayor, lo que permitió aumentar la habitabilidad y el espacio de carga que llega a los 285 litros, 15 más que aquél del viejo continente.
Una silueta que no pasa inadvertida
Imagen diferente
La estética no presenta diferencias de consideración sino que son detalles bastante sutiles como el parante trasero (pilar C) más grueso, el formato de la ventanilla posterior que en el europeo es tipo bumerang y el portón que acá combina chapa y vidrio, mientras que allá es íntegramente de cristal. La trompa es muy expresiva, prácticamente lisa, sin parrilla y con entradas de aire bien angostas. Las ópticas traseras están dispuestas verticalmente y con la parte superior puntiaguda.
En los laterales no hay rasgos que llamen la atención más que las tasas embellecedoras de atractivo diseño que cubren las llantas de chapa de 14 pulgadas en esta versión move up! Si hay algo que no ocurrió durante esta semana de pruebas es pasar inadvertidos por cada rincón de la ciudad o alrededores en los que anduvimos manejando, haciendo fotos e imágenes para la TV.
Un despeje acorde para el uso en ciudad
Interior
Un ambiente agradable es lo primero con lo que uno se encuentra al abrir las puertas: minimalista, confeccionado con materiales rígidos aunque de buena calidad y terminaciones por encima de la media de la región. La mirada se desvía casi de forma inmediata hacia las butacas delanteras con los apoyacabezas integrados, tapizadas con un textil suave con relieves y una anatomía que ofrece comodidad aunque escasa sujeción lateral. La del conductor se regula en elevación para buscar una posición a gusto y, si bien de por sí es elevada y el volante sólo se mueve en altura, logra conformar hasta un conductor de estatura generosa. Las plazas traseras son acotadas y acceder a ellas no es la tarea más sencilla, aunque de igual modo dos chicos se ubicarán sin problemas. El volante tiene un grip correcto y el instrumental es innegablemente Volkswagen: sencillo, con números de buen tamaño y está correctamente iluminado. Agujas para el tacómetro, el velocímetro y el nivel de combustible, y display para los datos de la computadora de a bordo. En la plancha central –resuelta en un pequeño espacio- se agrupan el equipo de auto y los controles del aire acondicionado, que trabaja con buen caudal por más que sólo tenga salidas circulares en los extremos del panel y una extraña rejilla en la parte superior central. Es bueno el trabajo de aislación y sólo es invadido por la rumorosidad del motor cuando va lanzado en vueltas y por alguna que otra pequeña filtración de viento en ruta, nada que llegue al punto de la molestia.
Butacas llamativas, con los apoyacabezas integrados
Equipamiento
Además de aire y direcciónLa versión de tres puertas del Move up! ocupa un escalón intermedio en la oferta que, por encima del inicial Take up! (de llegada inminente), incluye butaca con ajuste en altura, sistema de audio con CD, MP3, USB y Bluetooth, y llantas de13 pulgadas. En el rubro seguridad –en el que fue reconocido con las 5 estrellas Latin NCAP- se destacan el doble airbag frontal los frenos ABS; y los ganchos Isofix. A esto, la variante aquí analizada agrega espejos y manijas de puerta color carrocería; llantas de 14”; computadora de abordo y tres apoyacabeza traseros. Tanto los levantavidrios como los espejos tienen regulación manual. El auxilio es de igual medida a los neumáticos titulares. Para los que buscan más equipamiento está el High up! –sólo en carrocería 5 puertas- que viene con llantas de aleación de 15”; faros antiniebla; levantavidrios y retrovisores exteriores eléctricos; cierre centralizado con comando a distancia; luz de giro en espejos; sensor de estacionamiento trasero y tablero en color carrocería según la elección. Y para los aún más exigentes están el Black up! y el White up! que más allá de la pintura negra o blanca traen llantas de aleación de 15” con un diseño diferente, tablero color carrocería, y sistema de infoentretenimiento y navegador “Maps & More” con pantalla táctil.
Con la manija: el modo de subir y bajar las ventanillas
Motor
El motor que equipa a toda la gama es el naftero de tres cilindros con 1 litro (999 cc) de cilindrada y cuatro válvulas por cilindro. Moderno, bien compacto, viene para romper con los prejuicios de las limitaciones por cuestiones de tamaño. Esto queda demostrado por su agilidad perfectamente compatible con la ciudad, donde se mueve con gran soltura. Entrega 75 CV a 6.250 rpm y un torque de 97 Nm a 3.000 rpm. La caja que lo acompaña es manual de cinco velocidades, muy eficiente por las relaciones debidamente desarrolladas para sacarle el mejor provecho al motor en todo el rango de revoluciones. Incluso en cuarta y quinta obtiene recuperaciones admirables. Las cifras tampoco están nada mal ya que el registro acusó una velocidad de punta de 162 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 13,6 segundos. Por ser un fruto del concepto “downsizing” el consumo es contenido aunque no es uno de los puntos más destacados del up! que en ruta requiere 8,1 litros cada 100 km (a velocidad de 130 km/h) y 8 litros en ciudad.
Tricilíndrico de buen empuje
Dinámica
En el andar es donde infla el pecho este chiquito desfachatado dotado con una dirección que es de lo más precisa y permite moverse por la ciudad sin inconvenientes. El esquema de suspensión lo lleva a desplazarse con solvencia, sin tener que preocuparse por las partes bajas debido a un correcto despeje. La obediencia en las superficies “sanas” se torna en inquietud en los tramos desparejos como puede ser un empedrado donde se pone un poco saltarín. En ruta su desempeño es bueno ya que viaja firme y con pocas inclinaciones, siempre que se lo trate con respeto en las curvas más cerradas. Los vientos cruzados no lo vulneran demasiado, al contrario de lo que se puede esperar por su altura y despeje.
A la calle
Su posicionamiento en el mercado no es tan sencillo de segmentar. Por tamaño participa en la categoría A donde rivaliza con Kia Picanto, Hyundai i10 y Chevrolet Spark; sin embargo, las versiones mejor dotadas pueden cruzar los límites del segmento B para robarle algunos puntos al Toyota Etios, el Citroën C3, Peugeot 208, sus primos Gol Trend y Fox y los Chevrolet Onix y Agile. En esa franja, el chico de Volkswagen busca ganarse su lugar (el mes pasado se patentaron unas 500 unidades) con precios no del todo atractivos para un modelo de entrada, ya que esta versión se ofrece a 125.000 pesos y si se busca el cinco puertas con pack eléctrico, sistema Map&More y otras yerbas, hay que desembolsar 146.000 pesos. Claro que al momento del análisis hay puntos como la calidad, el respaldo de marca, y las 5 estrellas Latin NCAP que lo ayudan en la balanza.
A favor
Diseño moderno
Calidad general
Comportamiento en ciudad
En contra
Plazas traseras ajustadas
Precio algo elevado
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