BP obtuvo un beneficio neto atribuido de 6.897 millones de dólares
(5.109 millones de euros) al cierre de los seis primeros meses del año, lo
que implica una caída del 63,5% respecto al mismo periodo de 2013,
cuando las cuentas de la petrolera británica incluyeron un impacto
positivo extraordinario por la desinversión en TNK-BP.