Los pagos de deuda deben llegar a la cuenta del fideicomisario a más
tardar a las 13:00 hora local 1 día antes de que el dinero sea
transferido a las cuentas de los acreedores argentinos. Dado que el
dinero está en una cuenta del BNY Mellon, el martes 29/07 a esa hora es
considerado el plazo máximo para lograr un acuerdo a fin de que los
tenedores de bonos reciban su dinero a tiempo y no se produzca un cese
de pagos (default). Un sondeo de Jefferies que reprodujo The Wall Street
Journal señala que para casi el 60% de los inversores, la Argentina
caerá en default. El costo de la cobertura contra default argentino a 1
año supera largamente al costo ante la crisis de Ucrania pero baja para
el período cuando Cristina Fernández de Kirchner se haya marchado del
poder. En tanto, hay interés en los bonos argentinos para ejecutar al
Estado deudor la cláusula de aceleración, de la que no habla Cristina.

(Urgente24). Mucho hablar de la cláusula RUFO y los acreedores 'holdout', la Administración Cristina habló poco de una cláusula más importante por estas horas y que deja en desventaja al Estado deudor ante los acreedores 'holdin'.

(Urgente24). Mucho hablar de la cláusula RUFO y los acreedores 'holdout', la Administración Cristina habló poco de una cláusula más importante por estas horas y que deja en desventaja al Estado deudor ante los acreedores 'holdin'.
La cláusula de aceleración les permitiría a los bonistas que aceptaron la reestructuración, "acelerar" el cobro de los bonos durante los 60 días siguientes al 'default', salvo que sea "remediado, curado o cedido" por los tenedores. Esa
cláusula, que para activarse requiere reunir al menos el 25% del
capital de cada serie de bonos, provocaría muchos litigios contra el
Estado argentino.
Ocurre que la cláusula 'cross default' contagia el default al resto de la deuda y, por ende, habilita la aceleración de los bonos del resto de los títulos en moneda extranjera.
Los pagos de deuda deben llegar a la cuenta del fideicomisario a más tardar a las 13:00 hora local 1 día antes de que el dinero sea transferido a las cuentas de los acreedores argentinos. Dado que el dinero está en una cuenta del BNY Mellon, el martes 29/07 a esa hora es considerado el plazo máximo para lograr un acuerdo a fin de que los tenedores de bonos reciban su dinero a tiempo y no se produzca un cese de pagos (default).
Los inversionistas pueden comprar protección contra un default o evento crediticio con seguros de incumplimiento de crédito (CDS, por sus siglas en inglés).
La Asociación Internacional de Swaps y Derivados (ISDA, por sus siglas
en inglés) tiene reglas estrictas que rigen para los tenedores de CDS se
haya o no producido default.
La declaración de default es realizada por el que se conoce como Comité de Resoluciones, que cuenta con 15 miembros votantes organizados por la ISDA.
Existen 5 de estos comités (USA, Asia excluyendo Japón, Australia-Nueva
Zelanda, la región de Europa, Oriente Medio y Africa, y Japón).
Una mayoría de 12 de los 15 miembros de los comités debe votar a favor de declarar que se ha producido un default o un evento crediticio, a petición de partes.
"Los grandes fondos de apuestan a que la Argentina será una
buena inversión, caiga o no en default. Así, fondos como Lazard
compraron en un mes un 227% mas de bonos argentinos.
En tanto, el fondo Capital Reserch and Managment aumentó sus
activos argentinos en un 113% y adquirió u$s115 millones de Boden 2015,
Global 17 y Discount 2033. Otro fondo que se puso comprador es el fondo
Blackrock, un tradicional aliado de la Argentina, que compró mas deUS$70
millones en el mismo plazo.
El caso de Blackrock es especial para el país, ya que éste
fondo, el más grande del mundo y que maneja activos por US$3,8 billones y
que emplea a más de 10.500 operando en el sistema financiero, fue un
duro batallador contra el fallo de Griesa y presentó un escrito ante la
Justicia de los EE.UU. apoyando la posición argentina, firmado
conjuntamente por otros 52 agentes de inversión agrupados en el Exchange
Bondholders Group (EBG). Ellos sostienen que el fallo del juez Thomas
Griesa afecta la “propiedad privada de terceros” y que por lo tanto es
“inconstitucional”, según las leyes de los Estados Unidos.
BlackRock, fondo que tiene como CEO a Larry Fink, tiene una
especial comprensión de los conflictos políticos y jurídicos atados a la
deuda soberana argentina, y el mismo Fink tiene una formación
universitaria en ciencia política en la Universidad de California. Fink
apuesta en muchos casos a los activos que otros fondos consideran con un
mayor “riesgo político”.
En el mercado señalan
que las compras se deben básicamente a dos razones: fondos que ven que
la deuda soberana argentina esta barata y apuestan a que su valor siga
subiendo, y quienes especulan que un default abra una “caja de pandora
jurídica” y que los tenedores de bonos reestructurados pueden pedir en
un futuro lo mismo que los fondos buitres, la totalidad del pago de la
deuda y en efectivo. De darse la segunda hipótesis, comprarían bonos a
un 50% por ciento y cobrarían el 100% de su valor en pocos meses y a
través de la justicia de EE.UU. (...)".
"Según fuentes
consultadas por El Cronista, diversos fondos de inversión están
esperando que el país entre en cesación de pagos para pedir la
aceleración de estos bonos, ya que su precio en dólares los hace más
atractivos para llevar a cabo esta operación. Hay muchos distressed
funds que están comprando estos activos. Sabemos que hay inversores que
se están preparando para acelerarlos, comentó un especialista que
pertenece a un fondo de inversión extranjero.
Los bonos argentinos
establecen que ante un evento de default, los tenedores de un 25% del
monto total pueden acelerar la serie por resolución escrita y demandar
el pago inmediato de la totalidad de la deuda. Para que esto suceda, es
necesario que se dispare la cláusula de cross default - cuando la falta
de pago de deuda externa supera los US$ 30 millones, la cual dispara un
evento de default en todos los bonos con legislación extranjera. Así, la
deuda total en default bajo ley extranjera sumaría unos US$ 30.000
millones, de la cual los Par contabilizarían unos u$s 14.000 millones.
Bajo esta estrategia,
los acreedores obtendrían el valor del capital del bono más el interés
corrido, una suma que rondaría los u$s 102 por título. Teniendo en
cuenta que los bonos Par cerraron ayer en u$s 52,12, la ganancia que
obtendrían los fondos en caso de ser pagados es muy atractiva, lo que
explicaría el motivo por el cual estos títulos mantienen su precio a
pesar que los Discounts siguen cayendo.
Luego de que la Corte Suprema rechazó el caso argentino el 16
de junio, los Par se hundieron 8,89% pero recuperaron casi todo lo
perdido sólo dos días después (un 8,29%). Con un valor de u$s 44 en
aquel entonces, comenzaron a subir desde el 18 de junio para ubicarse en
un precio estable en torno a los u$s 50.
Los tenedores de Par son los que más tienen para ganar. De
hecho hemos tenidos clientes buscando series específicas de éstos bonos
con esa idea. Buscan comprar porcentajes importantes de una serie para
poder estar en control. Si el Gobierno entra en default aceleran, si no,
los bonos suben por menores tasas, indicó Jorge Piedrahita, máximo
responsable ejecutivo en Torino Capital, con sede en Nueva York.
Para Alejo Costa, jefe de estrategia de Puente, los inversores
tienen incentivos en acelerar los bonos Par, aunque existen riesgos. Uno
de ellos es que no pueden saber cuál será la quita que imponga el
Gobierno a la hora de pagar.
Cabe aclarar que bajo un escenario de de cross default también
estarían disponibles para acelerar los bonos Discount, pero en el
mercado creen que este evento es muy poco probable, ya que el precio
actual del bono ronda los u$s 84, por lo que las ganancias por
aceleración en este caso serían mínimas e incluso los bonistas podrían
incurrir en pérdidas. En rigor, otro bono que podría acelerarse es el
Global 17. (...)".
"Cuando resta un día para que finalice el período de gracia de
30 días otorgado por el juez Thomas Griesa para negociar con los fondos
buitre ayer el costo de los seguros contra default (Credit Default
Swaps, CDS) a un año de la deuda argentina prácticamente voló, llegando a
niveles de casi 5.000 puntos (aumentaron un 15%) mientras que los
pactados a 5 años subieron a cerca de 2.000 puntos (un 24%).
De esta manera los CDS volvieron a los niveles de
premediación/período de gracia. Fue el termómetro del mercado, que
reflejó las declaraciones oficiales de que la misión del Gobierno
argentino no se iba a reunir el lunes con el mediador Daniel
(...) Al
respecto, un sondeo de Jefferies que reprodujo ayer The Wall Street
Journal señala que para casi el 60% de los inversores, la Argentina
caerá en default.
Por ello no extraña que el sentimiento a corto plazo se haya
deteriorado y los CDS a un año hayan subido a 4.595 puntos según
Bloomberg, lo que para Capital Economics representa una probabilidad de
default de casi un 80%.
Una vez que se produzca el evento, o sea, se caiga en default,
será la ISDA, la entidad que regula los contratos de derivados, la que
determinará si finalmente se activan los seguros, lo que conllevará
importantes ganancias para algunos y pérdidas para los bancos que dieron
las coberturas.
Ayer el cruce de consultas fue febril entre técnicos del ISDA y
los bancos. Un país que acompañó la tendencia alcista de los CDS
argentinos fue Ucrania, pero en medio del conflicto con Rusia.
Mientras el CDS
argentino a 5 años operaba en 1.600 puntos a principios de año, el de
Ucrania lo hacía en 1.100 puntos; y meses atrás, cuando se profundizó la
crisis por Crimea, los CDS de Ucrania no superaban los 1.300 puntos.
Esta brecha se amplió ayer a casi el doble cuando los CDS argentinos
subieron a 1.979 puntos contra menos de 1.000 puntos en el caso
ucraniano.
La Argentina arrancó
2014 consolidando su liderazgo en el ranking de países con mayor riesgo
de default y así lo mostraban los datos revelados por operadores como
Credit Market Analysis, Bloomberg y el Deutsche Bank que ubicaban los
CDS de la Argentina en niveles de 1.600 puntos básicos.
Es decir que por cada
10 millones de deuda a cubrir ante la probabilidad de una moratoria el
costo es de 1,9 millón. En las últimas semanas, el costo de contratar un
CDS de la deuda argentina mantuvo la tendencia alcista. Sin duda la
marcha contra reloj hacia el 30-J explica este movimiento. Por otro
carril fue trepando la prima de riesgo-país (que el viernes superó
nuevamente los 679 puntos) que ayer superó los 704 puntos.
Pese a que Grecia lideraba el ranking mundial de los CDS tras
ser salvada por la Unión Europea y el FMI un año y medio atrás, era la
Argentina el país operado con la más alta probabilidad de default (+60%
según CMA). En medio del sonado embargo sobre la fragata Libertad el
costo de los CDS subieron a 3.400 puntos y casi se activaron los
seguros. Cabe recordar que el récord se alcanzó a mediados de 2008 con
el cóctel."