"Este acuerdo resuelve una cuestión significativa pendiente desde la crisis financiera y estamos satisfechos de dejarla atrás", señaló el banco en un comunicado.
Si el acuerdo sale adelante, liberará a Citi de la obligación de recomprar préstamos hipotecarios que vendió a los inversores, o indemnizar a éstos, frente a posibles reclamaciones por posibles presentaciones sobre esos créditos o garantías de los mismos.
Sin embargo, el acuerdo no libera a la entidad de posibles reclamaciones que puedan ser planteadas por supuestas tergiversaciones en los documentos de oferta de esos valores basados en hipotecas o de posibles acciones de las autoridades reguladoras.
Este acuerdo debe aún ser aprobado por los responsables fiduciarios y podría requerir la autorización de un tribunal, concluye Expansión.com.