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La presidenta Cristina Fernández de Kirchner destacó que en la Cumbre del G-20 en Rusia reiteró su reclamo por una regulación global sobre reestructuraciones de deuda soberana y dijo que "el balance general" de la reunión fue de "no intervención en Siria".
La mandataria sostuvo que en la reunión que mantuvo con Vladimir Putin, su par de Rusia, analizaron "los avances de emprendimientos hidroeléctricos y obras de infraestructura".
En dialogo con periodistas, Cristina Fernández de Kirchner destacó que el tema más importante de hoy fue el conflicto que atraviesa Siria. "La opinión mayoritaria fue la no intervención. Todo lo que tenga que ver con acercar posiciones para que ayuden a la paz y eviten la guerra siempre es un paso importante".
La Presidenta explicó además que "creemos que las intervenciones extranjeras tienden a agravar las situaciones. Hay que tener mucho cuidado. Muchas veces se aplican parámetros, lógicas y valores de otra sociedad en mundos desconocidos. Eso no me parece democrático, es negador de la diversidad. Y precisó: "Nosotros condenamos el uso de armas químicas, las usara quien las usara".
La mandataria reiteró que en el debate sobre el conflicto en Siria que se produjo en la Cumbre "podría destacarse que todos rescataron el multilateralismo y que Naciones Unidas tenga un rol protagónico", y consideró que la ONU debería brindar ayuda humanitaria como forma de resolución de la crisis en el país árabe.
Cristina Fernández de Kirchner destacó que Argentina se opone a la intervención militar en Siria y recordó que "esto es toda una tradición de la diplomacia argentina, la postura argentina siempre fue la de no intervención en los asuntos internos de otro país".
Por otro lado, la Presidenta dijo que el documento final del G-20 en San Petesburgo tuvo "cambios sustanciales" con respecto a lo que fueron los primeros documentos del Grupo y destacó que ahora "nos sentimos muy reflejados en muchas partes de este documento".
En ese sentido, el documento final contiene "párrafos como la sustentabilidad de la deuda" y según la Presidenta, durante su discurso se refirió a las "medidas fiscales, resaltando el tema de las calificadoras de riesgo" y que mencionó al grupo de jóvenes del G-20, que reclamó condenar a los "fondos que impiden la reestructuración de deudas".
Admitió que no la dejó "muy conforme" que en el documento final no se incluyera una condena contra los fondos buitres, pero destacó que Argentina habló de "la necesidad de regulación del movimiento de capitales" y la de "un sistema global de regulación de deudas soberanas".
Cristina Fernández de Kirchner explicó ante el G-20 "lo que es el problema de la deuda" y agradeció a Francia haberse presentado como "amicus curiae" en el litigio que Argentina mantiene con los fondos buitres ante la Justicia de Estados Unidos, y destacó que mientras ella hablaba, su par François Hollande asentía con la cabeza, "confirmando y afirmando la importancia que la resolución tiene para el sistema financiero global", completó.
La mandataria destacó la presencia de Guy Ryder, titular de la OIT, en la cumbre del G-20 y consideró que eso "marca rumbo de los tiempos".
La mandataria reclamó además que se cree un sistema global de regulación de las reestructuración de deuda soberana. En Argentina, con el 66 por ciento de los acreedores, el juez puede homologar el acuerdo de quiebra. Igual porcentaje se exige en Estados Unidos, en donde hasta las municipalidades pueden decretar la quiebra, apuntó la mandataria.
En dialogo con periodistas, Cristina Fernández de Kirchner destacó que el tema más importante de hoy fue el conflicto que atraviesa Siria. "La opinión mayoritaria fue la no intervención. Todo lo que tenga que ver con acercar posiciones para que ayuden a la paz y eviten la guerra siempre es un paso importante".
La Presidenta explicó además que "creemos que las intervenciones extranjeras tienden a agravar las situaciones. Hay que tener mucho cuidado. Muchas veces se aplican parámetros, lógicas y valores de otra sociedad en mundos desconocidos. Eso no me parece democrático, es negador de la diversidad. Y precisó: "Nosotros condenamos el uso de armas químicas, las usara quien las usara".
La mandataria reiteró que en el debate sobre el conflicto en Siria que se produjo en la Cumbre "podría destacarse que todos rescataron el multilateralismo y que Naciones Unidas tenga un rol protagónico", y consideró que la ONU debería brindar ayuda humanitaria como forma de resolución de la crisis en el país árabe.
Cristina Fernández de Kirchner destacó que Argentina se opone a la intervención militar en Siria y recordó que "esto es toda una tradición de la diplomacia argentina, la postura argentina siempre fue la de no intervención en los asuntos internos de otro país".
Por otro lado, la Presidenta dijo que el documento final del G-20 en San Petesburgo tuvo "cambios sustanciales" con respecto a lo que fueron los primeros documentos del Grupo y destacó que ahora "nos sentimos muy reflejados en muchas partes de este documento".
En ese sentido, el documento final contiene "párrafos como la sustentabilidad de la deuda" y según la Presidenta, durante su discurso se refirió a las "medidas fiscales, resaltando el tema de las calificadoras de riesgo" y que mencionó al grupo de jóvenes del G-20, que reclamó condenar a los "fondos que impiden la reestructuración de deudas".
Admitió que no la dejó "muy conforme" que en el documento final no se incluyera una condena contra los fondos buitres, pero destacó que Argentina habló de "la necesidad de regulación del movimiento de capitales" y la de "un sistema global de regulación de deudas soberanas".
Cristina Fernández de Kirchner explicó ante el G-20 "lo que es el problema de la deuda" y agradeció a Francia haberse presentado como "amicus curiae" en el litigio que Argentina mantiene con los fondos buitres ante la Justicia de Estados Unidos, y destacó que mientras ella hablaba, su par François Hollande asentía con la cabeza, "confirmando y afirmando la importancia que la resolución tiene para el sistema financiero global", completó.
La mandataria destacó la presencia de Guy Ryder, titular de la OIT, en la cumbre del G-20 y consideró que eso "marca rumbo de los tiempos".
La mandataria reclamó además que se cree un sistema global de regulación de las reestructuración de deuda soberana. En Argentina, con el 66 por ciento de los acreedores, el juez puede homologar el acuerdo de quiebra. Igual porcentaje se exige en Estados Unidos, en donde hasta las municipalidades pueden decretar la quiebra, apuntó la mandataria.
nosis
