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La semana pasada, Sony anunció la Smartwatch 2, lo que inspiró la reflexión sobre el desarrollo de los relojes inteligentes.
El problema es que Sony (SNE) espera que nosotros interactuemos con sus smartwatches como si fueran smartphones estúpidos, según CNN Money.
Lamenta la expectativa de que los smartwatches funcionen como teléfonos inteligentes en nuestras muñecas. En realidad, opina que sólo hay que encontrar la manera de entregar fácilmente la información importante en los momentos que realmente se necesita.
No necesitamos de interactuar directamente con Twitter y Facebook desde las muñecas. No necesitamos ver vídeos de YouTube, tampoco.
Ese sentimiento básico es algo que Google ha pensado al momento de hacer el GoogleGlass. En lugar de dar a los usuarios acceso ilimitado a toda la Web, Google diseñó una experiencia muy específica que sólo permite acceder a la información más esencial. La idea no es reemplazar el teléfono inteligente ni la computadora.
Igual que las llamadas ya no son la característica principal de los teléfonos inteligentes hoy en día, ver la hora tampoco será la función principal del smartwatch. Hay que pensar así, dejar la imaginación y la creatividad formar este nuevo producto.
