América Latina es una de las regiones del mundo con más saturación de celulares.
Por toda América Latina hay descontento con los teléfonos móviles. El mismo presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, habló en Twitter de la "desesperante y creciente mala calidad en el servicio de la telefonía celular".
Según BBC, los problemas más destacados tienen que ver con el cobro y el saldo, las fallas de la señal telefónica y de internet y los obstáculos a los que se enfrentan los usuarios para cambiarse de compañía sin modificar su número.
La insatisfacción es una realidad innegable en buena parte del continente. Las protestas de los consumidores han forzado a que en Argentina, Brasil y Colombia los reguladores sancionen a los operadores que no cumplen con los niveles mínimos de calidad de servicio establecidos por el gobierno.
Entre los problemas más graves se destacan cuatro.
El primero es que la infraestructura, que lleva a apenas 15 años en construcción, se ha concentrado en las ciudades y no es suficientemente amplia y sofisticada para suplir la alta demanda.
El segundo problema, relacionado al primero, es el espectro electromagnético, el espacio donde está la frecuencia que permite que entre la señal. No es posible absorber esta demanda sin nuevos espectros y más antenas.
En tercer lugar, los analistas creen que la calidad del servicio se ve afectada, y el precio aumenta, porque en casi todos los países el mercado está en manos de apenas dos o tres grandes compañías. Esta falta de competencia no incentiva las mejoras del sistema actual y permite un control sobre los precios.
De ahí viene el último problema de precio del servicio, que, en general, en América Latina es más caro que en otra partes del mundo.