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Schneider tuvo 831 millones de euros de beneficios en el primer semestre, un 5 % menos respecto al mismo periodo de 2012, esencialmente por el impacto negativo de las variaciones de tipo de cambio y por un aumento de los impuestos, anunció hoy el grupo francés de equipos eléctricos.
Schneider precisó en un comunicado que tuvo que pagar durante la primera mitad del año 283 millones de euros, lo que supuso una tasa impositiva del 25 %, 1,7 puntos porcentuales más que en los seis primeros meses del pasado ejercicio.
Los gastos financieros se incrementaron hasta 242 millones de euros por el efecto de la depreciación del euro (que pesó 31 millones de euros), que no compensaron la rebaja del costo de financiación de la deuda.
Las amortizaciones y la depreciación de activos representaron 109 millones de euros, cuando en el mismo periodo hace un año habían supuesto 118 millones de euros.
El EBITA disminuyó un 2 % a 1.482 millones de euros, mientras la facturación se mantuvo prácticamente estancada con 11.430 millones de euros
La deuda de la compañía era de 5.276 millones de euros a 30 de junio, frente a los 4.395 millones de euros al terminar el pasado año.
El presidente de Schneider, Jean-Pascal Tricoire, consideró "sólido" el resultado del primer semestre y señaló que el crecimiento del negocio se reafirmó en Norteamérica, China y las "nuevas economías", e hizo notar que en el segundo semestre la región Asia-Pacífico se colocó por delante de Europa del oeste.
Para la segunda mitad del año, Tricoire avanzó que sus prioridades serán "la generación de un crecimiento rentable, la eficacia operativa y la integración de las adquisiciones".
"Pese a una economía mundial que sigue incierta, esperamos los primeros signos de una estabilización por secuencias de aquí a fin de año en Europa del oeste, así como una continuación del crecimiento en el segundo semestre en Norteamérica, en China y en las nuevas economías", auguró. EFE
Schneider precisó en un comunicado que tuvo que pagar durante la primera mitad del año 283 millones de euros, lo que supuso una tasa impositiva del 25 %, 1,7 puntos porcentuales más que en los seis primeros meses del pasado ejercicio.
Los gastos financieros se incrementaron hasta 242 millones de euros por el efecto de la depreciación del euro (que pesó 31 millones de euros), que no compensaron la rebaja del costo de financiación de la deuda.
Las amortizaciones y la depreciación de activos representaron 109 millones de euros, cuando en el mismo periodo hace un año habían supuesto 118 millones de euros.
El EBITA disminuyó un 2 % a 1.482 millones de euros, mientras la facturación se mantuvo prácticamente estancada con 11.430 millones de euros
La deuda de la compañía era de 5.276 millones de euros a 30 de junio, frente a los 4.395 millones de euros al terminar el pasado año.
El presidente de Schneider, Jean-Pascal Tricoire, consideró "sólido" el resultado del primer semestre y señaló que el crecimiento del negocio se reafirmó en Norteamérica, China y las "nuevas economías", e hizo notar que en el segundo semestre la región Asia-Pacífico se colocó por delante de Europa del oeste.
Para la segunda mitad del año, Tricoire avanzó que sus prioridades serán "la generación de un crecimiento rentable, la eficacia operativa y la integración de las adquisiciones".
"Pese a una economía mundial que sigue incierta, esperamos los primeros signos de una estabilización por secuencias de aquí a fin de año en Europa del oeste, así como una continuación del crecimiento en el segundo semestre en Norteamérica, en China y en las nuevas economías", auguró. EFE
