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La presidenta Cristina Kirchner manifestó vivir un "día de tristeza" tras el choque de dos trenes ocurrido en el Gran Buenos Aires, que provocó tres muertos y más de 300 heridos, aunque dijo también sentir "alegría", ya que pudo entregar viviendas a 23 familias, en un acto en el que remarcó que "la vida es así, nada es perfecto".
"Este es un día de bronca, impotencia y dolor, pero también es un día de realizaciones. La vida es así, nada es perfecto. Es parte de la vida. El dolor, sí, por la parte fea que le toca a algunos argentinos y la alegría de otros argentinos a los que le toca la parte linda", dijo la primera mandataria, en un discurso que resultó extraño por la comparación entre la magnitud de la tragedia y la levedad de los anuncios.
Durante un acto en el Museo del Bicentenario, casi 12 horas después de la tragedia, Kirchner admitió que "es complicado estar en este lugar, si te tomás las cosas en serio".
Sobre la tragedia, destacó sentir " dolor" y reconoció tener "un poquito de bronca e impotencia porque estamos poniéndole todo, en materia de muchísimos recursos, inversiones, tiempo, recursos humanos" en la infraestructura ferroviaria, con lo cual "que pasen cosas como estas nos duelen a todos".
Sobre la supuesta responsabilidad de los maquinistas, afirmó: "Lo que pasó esta mañana. No quiero ponerle un nombre, hasta que la Justicia investigue".
