La reacción de los mercados financieros no se ha hecho esperar. El inversor ha preferido plegar velas ante la incertidumbre sobre la continuidad de la política ultralaxa de la Fed, lo que se ha traducido en fuertes caídas que han alcanzado tanto a la renta variable como a la renta fija. ¿Qué pasará a partir de ahora?
Fidelity Worldwide Investment. La impresión de Trevor Greetham, director de Asignación de Activos de Fidelity Worldwide Investment, sigue siendo que la Reserva Federal pondrá fin al Quantitative Easing más tarde de lo que está sugiriendo en estos momentos. Según explica el experto, esto sugiere que la debilidad mostrada por el ‘billete verde’ desde que la Reserva Federal iniciase los Quantitative Easing está finalizando y que fue más bien un fenómeno temporal relacionado con la venta de activos ligados a dicha divisa en los mercados emergentes. En términos de estrategia de inversión, el experto reconoce que en la firma seguirán sobreponderados en dólares, si bien al mismo tiempo reforzarán su infraponderación en bonos y materias primas sensibles al dólar, incluyendo el oro. BlackRock. El anuncio lanzado por Bernanke no fue para Rick Rieder, director de Inversiones del equipo de renta fija fundamental de BlackRock, ninguna sorpresa. En opinión de Rieder, “la conclusión para los inversores es que deben seguir muy atentos a las señales de crecimiento (no solo la tasa de desempleo, que está mejorando, sino también los datos de población activa), así como a pruebas de una incipiente presión inflacionista. Cuando veamos esas señales, es muy probable que los tipos de interés aumenten de forma importante”, asegura el director de Inversiones de renta fija fundamental de la gestora estadounidense. Schroders. Aunque el anuncio debería ser una buena noticia, Keith Wade, economista jefe de Schroders, considera que los mercados han interpretado las palabras de Bernanke como una reducción del programa de compras de activos cuyo comienzo sería a finales de este mismo año. Wade cree que el panorama actual en Estados Unidos todavía es muy dependiente de los datos económicos. “Las cifras que se conozcan a partir de ahora tendrían que ser bastante sólidas para que la Fed empiece a mover ficha en el mes de septiembre, lo que me parece poco probable teniendo en cuenta que el impacto del ajuste fiscal todavía no se ha sentido en Estados Unidos y que la economía mundial muestra un ritmo de crecimiento suave, a juzgar por los datos adelantados de PMI manufacturero conocidos en China y Alemania. A esto hay que añadir que se espera que la inflación se mantenga en niveles bajos”, afirma. ¿Qué hará el Banco de Inglaterra? La aceptación de Mark Carney del cargo de gobernador del Banco de Inglaterra dentro de unas semanas ha hecho que existan expectativas generalizadas de un aflojamiento de la política monetaria para asegurar una vuelta al crecimiento. En este sentido, Marc Allan, economista de AXA Investment Managers, ve probable que la autoridad monetaria imite a la Reserva Federal y se comprometa a no subir los tipos de interés hasta que un determinado umbral económico, probablemente ligado a la tasa de desempleo, se haya alcanzado. “Esta nueva política podría llegar tan pronto como agosto”, asegura el experto. |