El periodista Ricardo Sarmiento
presentará su libro “Llahué Huarpe, Memorias” en la Feria del Libro, el
próximo 04 de mayo de 2013 a las 20:00 en el espacio de Editorial
Dunken, en el stand Nº 823 del Pabellón Verde del Predio Ferial de la
Rural, en la Ciudad de Buenos Aires.
“Llahué
Huarpe” quiere decir “hijo del hombre del desierto” en lengua
allentiak, una de las 3 lenguas del pueblo huarpe que habitó actuales
territorios de Mendoza, San Juan y San Luis desde antes del surgimiento
de las culturas del inca y de los araucanos.
“Es
una memoria poética y emocional de quien se reconoce con una identidad
antigua que fue necesario recuperar después de más de 400 años de
historia durante los cuales aquel antiguo pueblo, habitante del desierto
y la pre cordillera cuyana, fue uno de los más dañados por la pérdida
sistemática de vidas, de sus lenguas y su cultura”, dice Ricardo
Sarmiento para sintetizar el origen de esta obra que bien puede
considerarse el primer trabajo integral de poesía huarpe.
“Llahué
Huarpe, Memorias” es la expresión de un hombre libre que entiende y
refleja, desde su propia historia personal, el impacto social de la
desaparición de lenguas y culturas antiguas del territorio argentino y
del continente americano.
“Este
trabajo no debe tomarse sin embargo como un simple lamento por la
historia perdida. Pretende ser un eco de la dignidad de los antiguos.
También se lo debe considerar un grito para llamar la atención de la
sociedad contemporánea sobre un drama histórico: la desaparición, ya
pasada, o en progreso, de decenas de pueblos originarios y el olvido o
la pérdida de sus riquezas lingüísticas, culturales y sus sistemas
productivos, además de sus creencias, sus mitos, sus costumbres”, define
el autor.
La
historia del Huarpe, el antiguo habitante del desierto en la región
cuyana, dueño desposeído de un territorio recostado sobre la Cordillera
de los Andes, es un caso típico de pérdida casi total del patrimonio
social y de la identidad étnica y cultural de un pueblo.
Lamentablemente,
esa historia del Huarpe no es nada distinta de lo ocurrido con el
pueblo Querandí, del que parece que nadie habla, pero que habitó el
suelo del actual territorio de la Ciudad de Buenos Aires y la región
metropolitana, que marca el centro de la vida social y económica de los
argentinos. O del pueblo Charrúa, nombre que sólo queda como una forma
agradable de llamar a los hermanos uruguayos, aunque su dominio
territorial incluyó Uruguay y parte del territorio argentino.
“Hay
que recordar también al pueblo Timbú, al Mocoretá, Quiloaza, Calchín,
en tierras actualmente de Santa Fe, por citar algunos otros pueblos
olvidados en otras geografías de nuestro país. En 1894, Bartolomé Mitre
citaba que en territorio argentino hubo familias lingüísticas de otros
pueblos como el de los Lules, el Pilagá, el Chané, el Abipón, Noctén,
Gës, Tehuelche, Yaghan, Guaycurú, Tonocote, Ona, Alacaluf, Huemul, Chono
y otros virtualmente aún hoy desconocidos” explica Ricardo Sarmiento.
Afirma
también que “es una curiosa ironía de la comunicación que muchos de
nuestros centros urbanos se presentan en los medios virtuales por su
nombre, flora, fauna, economía o atractivos turísticos, pero son pocos
los que recuerdan a estos pueblos nombrados así, en estas pocas líneas,
como un leve homenaje de la frugal memoria contemporánea”.