El déficit financiero consolidado de las provincias alcanzó en 2012 los 20.200 millones de pesos, lo que representó un crecimiento del 28 por ciento con respecto a 2011, ya que mientras los gastos de los distritos subieron 24 por ciento -por una menor ejecución de obras públicas-, los recursos se expandieron 23,8 por ciento.
El déficit real fue de 24.000 millones de pesos, porque no se pagaron unos 3.800 millones de pesos de intereses, gracias a que se prorrogó el plazo de pago de las deudas con el Gobierno nacional hasta diciembre de este año. Además se incluyó una reducción de 3.500 millones de pesos en vencimientos de capital, según un informe de la consultora Economía & Regiones.
El informe apuntó que durante el año pasado se mantuvo "el sistemático deterioro de las finanzas subnacionales, sin que se adviertan mejorías en el corto plazo". En ese sentido, el documento destacó la negativa de la Casa Rosada a renegociar la coparticipación nacional y la "aparente reticencia a aprobar las operaciones de endeudamiento provincial, necesarias para cubrir un déficit creciente".
La consultora consideró que el año pasado fue "uno de los peores de todo el período post-Convertibilidad", aunque admitió que todavía está lejos de asimilarse a la situación de 2001.
Para este año, la consultora prevé que el déficit de las provincias se ubicará en torno a los 23.000 millones de pesos, mientras que los ingresos crecerían un 28,3 por ciento, por lo que la definición de la pauta salarial determinará el volumen del déficit anual.
Si se contempla el déficit primario, de 15.400 millones de pesos, las necesidades de financiamiento de las provincias superarían los 36.000 millones de pesos, fondos que surgirían del mercado doméstico mediante la emisión de deuda pública -Letras y bonos dollar linked- y préstamos bancarios, completó el informe de E&R.
El informe apuntó que durante el año pasado se mantuvo "el sistemático deterioro de las finanzas subnacionales, sin que se adviertan mejorías en el corto plazo". En ese sentido, el documento destacó la negativa de la Casa Rosada a renegociar la coparticipación nacional y la "aparente reticencia a aprobar las operaciones de endeudamiento provincial, necesarias para cubrir un déficit creciente".
La consultora consideró que el año pasado fue "uno de los peores de todo el período post-Convertibilidad", aunque admitió que todavía está lejos de asimilarse a la situación de 2001.
Para este año, la consultora prevé que el déficit de las provincias se ubicará en torno a los 23.000 millones de pesos, mientras que los ingresos crecerían un 28,3 por ciento, por lo que la definición de la pauta salarial determinará el volumen del déficit anual.
Si se contempla el déficit primario, de 15.400 millones de pesos, las necesidades de financiamiento de las provincias superarían los 36.000 millones de pesos, fondos que surgirían del mercado doméstico mediante la emisión de deuda pública -Letras y bonos dollar linked- y préstamos bancarios, completó el informe de E&R.