En el conflicto judicial con los holdouts en Nueva York, la Argentina presentó su última carta ante la Cámara de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York antes de la próxima audiencia del 27 de febrero, en la que se basó en distintos argumentos de defensa de fondo, contractuales, procesales y de capacidad de pago.
En este escrito el país solicita una nueva audiencia con fecha el 31 de marzo en la cual el Gobierno pueda presentar argumentos orales ampliados, sin límite de tiempo, informó hoy el diario Ambito Financiero, explicando que el escrito se enmarca en la estrategia de Argentina de buscar lo que denominamos "una victoria completa sobre Griesa" para luego considerar la posibilidad de lanzar un tercer canje en los términos de los bonos emitidos en la operación de deuda de 2010 con las quitas allí contenidas.
Esta estrategia no incluye ninguna posibilidad de pago escalonada ni parcial (pari passu a cuenta), ni tampoco una oferta explícita de un nuevo canje en esta instancia.
Además, está tomando forma un aspecto financiero esencial que es la denominada "incapacidad de pago", es decir, la falta de recursos para afrontar el pago de la sentencia de 1.400 millones de dólares, ya que vendrían reclamos por más de otros 20.000 millones de bonos en default en distintas jurisdicciones (además de Nueva York, también Italia, Alemania, Suiza y Japón) bajo el argumento de la violación de la cláusula pari passu contenido en los bonos actualmente en default, y que se negocian en dichas plazas.
Anteriormente sólo se discutía la denominada "falta de voluntad de pago", pero el problema ahora pasa a ser de Estado, en el sentido que no quedan muchas opciones más que ganar el juicio o seguir litigando sin tener sentencias condenatorias en contra hasta el 31 de diciembre de 2014, fecha en que vence la cláusula de Mejor Acreedor que impide pagarle a los holdouts en mejores condiciones que a los que aceptaron los canjes de 2005 y 2010.
Un canje en los próximos meses ayudaría, ya que si se opta por no pagar las sentencias y se retransfieren los pagos a Europa o la Argentina, o eventualmente se alargan los plazos de las sentencias o incluso se obtienen fallos no desfavorables, las posibilidad de cobro de los holdouts seguirían siendo reducidas y un canje en dichas condiciones les daría la chance de recuperar parte de su dinero más los cupones atados al crecimiento que recortan las quitas considerablemente.
La opción de litigar eternamente va perdiendo su efectividad por el monto en default ya que si fueran "sólo" 1.400 millones de dólares para terminar el default sería una cosa, pero 20.000 millones complican e impiden ese camino.
Adicionalmente, pagar esos montos podría habilitar reclamos de los tenedores que entraron a los canjes, y que agregan una suma similar.
Además, hubo una novedad procesal importante en el caso, ya que los abogados de las partes presentaron escritos ante la Cámara solicitando que otorgue una nueva audiencia para el 31 de octubre en la cual puedan presentar argumentos orales ampliados, sin límite de tiempo, dado que en el "Schedule" de la audiencia del 27 de febrero se fijó un tiempo reducido para la exposición de cada parte. El otorgamiento del pedido de "argumentos orales" es discrecional de la corte y no sabemos si la misma lo concederá en este caso o sólo se quedará con la discusión de la próxima audiencia.
Esta estrategia no incluye ninguna posibilidad de pago escalonada ni parcial (pari passu a cuenta), ni tampoco una oferta explícita de un nuevo canje en esta instancia.
Además, está tomando forma un aspecto financiero esencial que es la denominada "incapacidad de pago", es decir, la falta de recursos para afrontar el pago de la sentencia de 1.400 millones de dólares, ya que vendrían reclamos por más de otros 20.000 millones de bonos en default en distintas jurisdicciones (además de Nueva York, también Italia, Alemania, Suiza y Japón) bajo el argumento de la violación de la cláusula pari passu contenido en los bonos actualmente en default, y que se negocian en dichas plazas.
Anteriormente sólo se discutía la denominada "falta de voluntad de pago", pero el problema ahora pasa a ser de Estado, en el sentido que no quedan muchas opciones más que ganar el juicio o seguir litigando sin tener sentencias condenatorias en contra hasta el 31 de diciembre de 2014, fecha en que vence la cláusula de Mejor Acreedor que impide pagarle a los holdouts en mejores condiciones que a los que aceptaron los canjes de 2005 y 2010.
Un canje en los próximos meses ayudaría, ya que si se opta por no pagar las sentencias y se retransfieren los pagos a Europa o la Argentina, o eventualmente se alargan los plazos de las sentencias o incluso se obtienen fallos no desfavorables, las posibilidad de cobro de los holdouts seguirían siendo reducidas y un canje en dichas condiciones les daría la chance de recuperar parte de su dinero más los cupones atados al crecimiento que recortan las quitas considerablemente.
La opción de litigar eternamente va perdiendo su efectividad por el monto en default ya que si fueran "sólo" 1.400 millones de dólares para terminar el default sería una cosa, pero 20.000 millones complican e impiden ese camino.
Adicionalmente, pagar esos montos podría habilitar reclamos de los tenedores que entraron a los canjes, y que agregan una suma similar.
Además, hubo una novedad procesal importante en el caso, ya que los abogados de las partes presentaron escritos ante la Cámara solicitando que otorgue una nueva audiencia para el 31 de octubre en la cual puedan presentar argumentos orales ampliados, sin límite de tiempo, dado que en el "Schedule" de la audiencia del 27 de febrero se fijó un tiempo reducido para la exposición de cada parte. El otorgamiento del pedido de "argumentos orales" es discrecional de la corte y no sabemos si la misma lo concederá en este caso o sólo se quedará con la discusión de la próxima audiencia.
nosis