Más compañías alemanas podrían
introducir jornadas laborales más cortas en el país debido al
recrudecimiento de los problemas en la zona euro y la
desaceleración de la demanda de China. El grupo industrial Bosch, la acería ThyssenKrupp
y la automotriz unidad alemana de General Motors
-Opel- ya han anunciado un sistema de subsidios del Gobierno de corto plazo para
facilitar la reducción de jornadas.