Argentina apuesta a la reactivación económica del país hermano durante el segundo semestre de 2012, pero el cierre de 8 fábricas de la multinacional automotriz estadounidense General Motors parece indicar que los anhelos de nuestro país no se harán realidad.
La filial brasileña de la multinacional automotriz estadounidense General Motors cerró en forma sorpresiva en la madrugada de este martes (24/07) las 8 terminales que posee en un complejo industrial cercano a San Pablo. Argentina apuesta a la reactivación económica del país hermano durante el segundo semestre de 2012, pero estas cuestiones parecen indicar que los anhelos de nuestro país no se harán realidad.
Esta situación sumada a las caídas del real, hacen que el gobierno argentino piense en lo que pasó previo a la crisis de 2001, ya que la recesión brasileña y la devaluación del real producto de la crisis de 1997 de los países asiáticos y la recesión rusa de 1998 además de otros factores externos e internos en esa época, influyeron negativamente en la economía argentina y sus exportaciones a nuestro principal socio comercial (Brasil) desencadenando la recesión que llevó a la crisis de 2001.
Como en ese entonces, Argentina ha comenzado un proceso recesivo con el aditamento de la alta inflación y el contexto internacional europeo también está golpeando a Brasil.
Sobre la particular situación del cierre de las fábricas, según el diario Folha de San Pablo, los portones de las plantas de montaje están trancados y la seguridad en los alrededores fue reforzada a partir de las 3 de la madrugada de este martes (24/07), hora local, cuando se impidió el ingreso de los empleados y se les comunicó que, hasta tanto no haya novedades, tendrán licencia remunerada. Sin embargo, esta aclaración es imposible que deje tranquilos a los 1.500 trabajadores.
La empresa dio a conocer un comunicado de prensa, donde justificó la decisión de cerrar sus puertas para "proteger la integridad física de los colaboradores" y evitar actos de vandalismo mientras mantiene negociaciones con el sindicato de los metalúrgicos de Sao José dos Campos.
En la misiva, explicaron que "la empresa tomó en cuenta las fuertes evidencias, de las últimas horas y días, sobre las movilizaciones internas en el complejo y entiende que el momento actual es delicado, y por eso prefiere no exponer a sus empleados a eventuales incitaciones y provocaciones comunes",
De los 7.500 empleados que no pudieron ingresar a la fábrica, 1.500 corren el riesgo de perder sus trabajos, en caso de que la empresa concrete su anuncio de desactivar la unidad de montaje de los modelos Corsa hatchback, Meriva, Zafira y Classic.
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