Lic. Gisela Holc
Hémera, Centro de estudios del estrés y la ansiedad
Hémera, Centro de estudios del estrés y la ansiedad
Lamentablemente el TOC del que estamos hablando no pide permiso para entrar, y muy silenciosamente ingresa en la vida de un niño o adolescente y genera grandes cambios en su vida.
El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) afecta a uno de cada 200 jóvenes y suele tener un alto impacto sobre su funcionamiento general, afectando áreas de rendimiento escolar, social, deportivo, etc. La mayoría de los niños y adolescentes lo sufren en silencio hasta que sus padres, maestros o amigos se dan cuenta.
Suelen llevarlo guardado como un problema secreto, del que no se habla o se hace con vergüenza. Esto genera dificultad en la detección temprana del trastorno y la posibilidad de intervenir rápidamente, pues cuanto antes se intervenga más fácilmente se resolverá, contrariamente cuantos mas años lleve instalado el trastorno más difícil se hará su remisión.
¿De qué hablamos cuando decimos TOC?
El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es un trastorno de ansiedad que se caracteriza por presentar obsesiones y compulsiones. Las obsesiones suelen estar basadas en miedos y las compulsiones intentos de neutralizarlos o controlarlos.
¿Que son las obsesiones?
Las obsesiones pueden presentarse en forma de ideas, impulsos o imágenes mentales, hasta pueden ser sonidos, ruidos que se imponen recurrentemente y que el niño o adolescente tiene sin querer y sin poder evitar su aparición. Estas además le producen mucha ansiedad ya que su contenido suele ser desagradable.
Algunos ejemplos típicos de obsesiones son el temor a contagiarse alguna enfermedad, el temor a que le pase algo malo a ellos o a los padres, tener asco a un bicho o a laguna textura viscosa, tener necesidad de simetría, de que este todo en el mismo lugar, necesidad de decir o confesar, necesidad de controlar lo que sucede alrededor, entre otros.
Los pacientes suelen tener la convicción de que por el solo hecho de pensar que una situación pudiera ocurrir, va a ocurrir. A este modo de pensamiento lo llamamos pensamiento mágico y suele acompañar a las obsesiones.
¿En que consisten los rituales o compulsiones?
Las compulsiones o rituales se definen como comportamientos repetitivos que pueden ser tanto motores (como ser lavarse las manos, ordenar cosas, chequear otras), o acciones mentales (como ser contar, repetir palabras, rezar) que el niño se siente necesitado de hacer en respuesta a una obsesión, o según reglas aplicadas rígidamente. Estos comportamientos repetitivos tienen como objetivo reducir la ansiedad o evitar que algo malo suceda. Si bien pareciera lograr la calma de la ansiedad, esta calma es fugaz, transitoria, y frustrante porque no logra el dominio de la situación ni la resolución del conflicto.
Algunos ejemplos de compulsiones típicas, son:
- Lavarse las manos, repetir una acción tantas veces como sea necesario hasta hacerla “bien”.
- Chequeos de haber cerrado la puerta, de haber cerrado el gas, de que este todo en el mismo lugar, etc.
- Contar objetos o contar hasta un determinado número.
- Ordenar y acumular: no poder tirar nada, no poder desprenderse de objetos aunque no se los necesite, ya no sirvan etc.), rezar.
En chicos en edad escolar es habitual ver niños que llegan a sus casas y necesitan volver a realizar la tarea escolar nuevamente para poder hacerlo de modo más prolijo, reescriben las hojas, ordenan sus carpetas, arreglan las hojas con ojalillos, etc.
Aunque muchas veces saben que sus temores carecen de sentido lógico, durante un episodio TOC se intensifican las dudas y la sensación de temor es muy real, no pudiendo ser calmada por la razón.
Un ejemplo: un paciente de 18 años que recién comienza a manejar, piensa que si gira con su auto en la avenida a más de 40 km. por hora va a atropellar a alguien. Él cree que solo por haberlo pensado va a suceder, por lo cual tiene que dar 5 vueltas a la manzana para corroborar que no atropelló a nadie, porque tal vez lo hizo y no se dio cuenta. El paciente se da cuenta que su pensamiento es absurdo, también sabe que no atropelló a nadie pero aun así no puede dejar de pensarlo (obsesión) ni de dar vuelta a la manzana (compulsión).
Aquí vemos como la compulsión demanda tiempo, ya que este paciente demoró 20 minutos en dar las vueltas y así llego demorado a una clase en la universidad.
Muchas personas suelen tener pensamientos intrusivos, desagradables, generadores de ansiedad, pero mientras en otras personas esos pensamientos se sueltan fácilmente, se desestiman por su falta de coherencia y racionalidad, los pacientes con TOC hacen de estos pensamientos una interpretación catastrófica, exagerada y básicamente la creen posible.
¿Cuáles son las causas del TOC?
Se han encontrado causas neurobiológicas que determinan la aparición de dicho trastorno. Hay estudios genéticos que indican que el TOC tiene relación con algunos trastornos por tics, como el trastorno de Tourette (tics motores y vocales). Se han encontrado también alteraciones en la función en circuitos cerebrales que comunican una zona del encéfalo, los ganglios basales, con la corteza cerebral.
Otra línea de investigación indica una alteración química a nivel de la serotonina.
Sumada a la cuestión neurobiológica hay otros factores que desencadenan este síndrome, ya que la condición biológica es necesaria pero no suficiente para que este conjunto de síntomas se activen.
Además, hay ciertas características familiares que pueden contribuir a que el TOC se presente.
¿Cómo influye la familia?
Las familias donde hay un paciente TOC suelen ser familias sumamente exigentes, con altas expectativas de rendimiento y baja tolerancia al error, acompañados por reiteradas críticas sobre el desenvolvimiento general del niño o bien sobre un área específica. Junto con esto, se observan reglas, costumbres y normas sumamente estrictas de cumplimiento que generan tensión. La sobreprotección, la necesidad de control y un alto voltaje ansioso son características que suelen repetirse en dichas familias.
¿Cómo se puede ayudar a un paciente con estas dificultades? ¿Qué tratamiento hay?
El tratamiento indicado para el TOC es un tratamiento de psicoterapia de tipo cognitivo conductual donde muchas veces se evalúa con un médico psiquiatra la posibilidad de medicar por un tiempo con el objetivo de reducir los síntomas.
La psicoterapia estará enfocada en diferentes aspectos:
- Por un lado, la psicoeducación al paciente y a su familia, entendiendo por psicoeducación la posibilidad de brindar toda la información necesaria sobre el trastorno, cómo evoluciona, cómo se trata, etc. Tener información adecuada tranquiliza.
- Enseñar a diferenciar al niño del TOC: el niño no es un TOC sino que tiene algo o le pasa algo que se llama así. No reducir al niño al síntoma, la persona siempre es más que lo que le sucede. Necesita ser acompañado, contenido y entendido. Nunca criticado, culpabilizado o responsabilizarlo de lo que le sucede.
- Como el niño o adolescente suele estar muy angustiado o asustado por lo que le pasa, es muy frecuente que los padres intenten ayudarlo a calmar su ansiedad y por tal motivo muchas veces se convierten en colaboradores de sus rituales y son parte de ellos. En tal caso, será tarea del psicólogo y de la familia realizar un trabajo de identificación de rituales y quienes están involucrados en el, pues muchas veces los familiares con las mejores intenciones de proveer calma colaboran indirectamente en el mantenimiento del circuito que alimenta al síntoma.
- En el tratamiento y con la ayuda de técnicas especialmente diseñadas para tal fin, el niño aprenderá a reconocer y anticipar los pensamientos involuntarios y absurdos generadores de miedos y ansiedad, y se le enseñará, poco a poco, a interpretar adecuadamente los estímulos o experiencias de la realidad así como la posibilidad de crear recursos internos generadores de mayor seguridad para evitar los mecanismos compulsivos, o bien los mecanismos de evitación y huida tan propios de la ansiedad.
- Se explicará el trayecto de la ansiedad en general y de su situación en particular. Se cuestionarán y revaluarán los pensamientos asociados a los miedos, y se identificarán los rituales asociados para dejar de ritualizar.
Por ejemplo, en el caso de un paciente con temor a la contaminación, se lo invita a tocar un picaporte y resistir el impulso de lavarse las manos. Mientras al niño no se le permite lavarse las manos se le enseñan ejercicios de relajación, de valoración realista del riesgo, y de distracción, así, disminuye la ansiedad sin recurrir al acto compulsivo.
- Otro objetivo importante del tratamiento es devolver al paciente su normal funcionamiento general, pues ya hemos visto en los ejemplos como los rituales o las compulsiones demandan mucho tiempo y desorganizan la vida tal como se la llevaba antes del TOC.
Los pacientes con esta problemática suelen sufrir bastante, y lo hacen en silencio. Es importante realizar un diagnóstico precoz para ayudar al niño a reducir su angustia. Para ello contamos en Hémera con escalas apropiadas para el diagnóstico y realizamos un tratamiento focalizado basado en las nuevas metodologías. La experiencia con nuestros pacientes nos permite comprender y empalizar con la urgencia y la angustia que acompañan al trastorno y somos sumamente esperanzadores en la posibilidad de recuperación, justamente, basándonos en la experiencia de nuestros pacientes, transitada conjuntamente, ya que trabajamos con nuestros pacientes formando un equipo de trabajo donde ambos estamos del mismo lado paliándola juntos.
- Acerca de Hémera:
Hémera es una institución dedicada al tratamiento de los problemas que provocan la ansiedad y el estrés patológicos en los distintos ciclos de la vida.
El objetivo de la terapia propuesta está centrado en la recuperación del problema que padece la persona afectada, no sólo en la comprensión de las causas que los generan, ya que los pacientes que acceden a un tratamiento, muchas veces logran entender lo que les pasa pero no logran superar el problema que los afecta.
En Hémera se cuentan con instrumentos para evaluar y llevar a cabo tratamientos focalizados específicamente en los problemas relacionados con la ansiedad y el estrés patológicos, lo que posibilita alcanzar cambios efectivos y duraderos.
El equipo de profesionales y consultores cuentan con una trayectoria destacada en estas áreas, asegurando de este modo una indicación precisa de los tratamientos consensuados y aprobados en este tipo de problemas, que aquejan a un número creciente de personas en todo el mundo.
- Acerca de Gisela Holc:
Obtuvo se Licenciatura en Psicología en la Universidad de Belgrano en el año 1995, donde se graduó con Diploma de Honor. Durante los primeros años de su formación de postgrado, ha realizado estudios psicoanalíticos, ingresando a la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) donde participo de seminarios teóricos clínicos y realizo su supervisión y análisis didácticos. Hace ya varios años se encuentra realizando cursos y seminarios de postgrado de orientación cognitivo-conductual así como sistémica para profundizar su formación y especialización es Trastornos de Ansiedad. Durante 9 años ha trabajado en la Fundación Medicina Comunitaria donde atendía niños, adolescentes y adultos, con una modalidad de terapia breve de objetivos focalizados. Ha realizado (y continua haciéndolo en forma particular) orientación vocacional, orientación a padres y trabajo con embarazadas tanto en forma grupal como individual. Se ha capacitado y ha trabajado clínicamente con pacientes con difluencia (tartamudez) y trastornos de alimentación. En la actualidad continua su formación de modo permanente orientada a la clínica de los Trastornos de Ansiedad tanto en niños como adolescentes y adultos. Ha trabajado también en selección de personal y en el área de educación.