- Los frentes abiertos que deja el rescate bancario a España y la reorientación del castigo a Italia neutralizan la mejora de confianza asociada a la disponibilidad de recursos suficientes para la recapitalización de la banca española.
- Un punto de inflexión en la actual dinámica de mercado requiere de una reorientación contundente de las políticas europeas en materia de estabilidad financiera y ajuste fiscal.
- Un punto de inflexión en la actual dinámica de mercado requiere de una reorientación contundente de las políticas europeas en materia de estabilidad financiera y ajuste fiscal.
En la sesión de ayer, el mercado recibió con optimismo las novedades del fin de semana durante los primero compases de la misma, optimismo que se fue diluyendo a medida que avanzaba la jornada.
El resultado:
(i) repunte de 20- 30 pbs en las curvas Tesoro española e italiana (con mayor presión en los tramos cortos de las mismas),
(ii) cruce EUR/USD retornando a la zona de 1,25, y
(iii) ligeras cesiones en bolsa, tras haber llegado a avanzar el selectivo español mas de un 5% en la sesión.
Y es que los frentes abiertos que dejan el rescate bancario a España y la reorientación del castigo a Italia han sido factores suficientes para neutralizar la mejora de confianza asociada a la disponibilidad de recursos para la recapitalización del sistema financiero español. Continúa habiendo varias cuestiones pendientes en diferentes frentes susceptibles de seguir introduciendo volatilidad en mercado a muy corto plazo. Respecto a las asociadas a la definición del rescate a la banca española:
(i) el impacto en las cuentas públicas: mayor ratio deuda/PIB y, potencialmente, también mayor déficit vía pago de intereses (con lo que el bucle entre riesgo bancario y soberano seguiría abierto),
(ii) condiciones de las ayudas (financieras pero con refuerzo de las macroeconómicas),
(iii) características del rescate (coste y plazo), y
(iv) grado de prelación del préstamo, vía EFSF (igualdad de condiciones) o ESM (acreedor preferente).
Valorando de forma positiva que la asistencia financiera anunciada el pasado sábado concede tiempo a España para agilizar las decisiones pendientes en otros ámbitos (como son los de consolidación y financiación autonómica), es necesario que en paralelo las instituciones europeas actúen con determinación en las semanas venideras. Y es que la agenda institucional europea continua adoleciendo de falta de determinación, coordinación y rapidez en la toma de decisiones.
Por tanto, el segundo frente donde se localizan cuestiones pendientes es en el institucional europeo. Y es que un verdadero punto de inflexión en la actual dinámica de mercado requiere de una reorientación contundente de las políticas europeas en materia de estabilidad financiera y ajuste fiscal, ya que los focos de inestabilidad continúan abriéndose a una velocidad que contrasta con la falta de acción institucional. Sintetizamos en tres puntos las aéreas sobre las que la agenda institucional deberá proyectar claridad en el más corto plazo para evitar una deriva hacia escenarios extremos.
El primero, una desconexión practica de la circularidad entre riesgo soberano y financiero. En segundo lugar, la gestión de una hipotética salida de Grecia de la zona Euro, a través del levantamiento de cortafuegos, en forma de (i) liquidez desde el BCE, (ii) garantía de depósitos a nivel europeo, y (iii) la gestación del proyecto de ¡eurobonos¡. Y en tercer lugar, recuperar expectativas de crecimiento. La ultima batería de indicadores recogen una recesión en 2T12 del orden del 0,3%-0,4% trimestral en la UEM (venimos de un 0% en 1T12 y -0,3% en 4T11). De manera adicional, las posiciones encontradas sobre como canalizar los recursos de los mecanismos de ayuda (EFSF/ESM) al sector financiero o el papel que debe jugar el BCE en la actual fase de la crisis, no están facilitando la labor de formación de expectativas a corto y medio plazo.
Como tampoco la está facilitando el tercer frente de resolución pendiente: la problemática griega. Seguimos pensando que, con independencia del resultado que arrojen las urnas el próximo 17 de junio, se exprimirá una solución negociada (flexibilización del ajuste exigido por la Troika) que evite su salida de la UEM ya que el análisis coste/beneficio del proceso es muy asimétrico. Sin embargo, el proceso podría dilatarse algunas semanas más, mientras duren las negociaciones. En conclusión, la agenda de hitos políticos y económicos a mes vista obliga a seguir adoptando una aproximación más prudente a los activos de riesgo.
En el más corto plazo, el mercado seguirá instalado en un entorno de alta volatilidad mientras (i) no se llegue a una formación de gobierno en Grecia y se confirme su continuidad en el euro, (ii) se vayan acotando los frentes abiertos con la solicitud de la ayuda financiera por parte del sector financiero español y el grado de contagio que pudiera sufrir Italia en adelante, y (iii) se avance de manera importante en forma de acuerdos en materia de integración fiscal y financiera y de programas de apoyo al crecimiento en el Consejo Europeo del 28-29 de junio.
El resultado:
(i) repunte de 20- 30 pbs en las curvas Tesoro española e italiana (con mayor presión en los tramos cortos de las mismas),
(ii) cruce EUR/USD retornando a la zona de 1,25, y
(iii) ligeras cesiones en bolsa, tras haber llegado a avanzar el selectivo español mas de un 5% en la sesión.
Y es que los frentes abiertos que dejan el rescate bancario a España y la reorientación del castigo a Italia han sido factores suficientes para neutralizar la mejora de confianza asociada a la disponibilidad de recursos para la recapitalización del sistema financiero español. Continúa habiendo varias cuestiones pendientes en diferentes frentes susceptibles de seguir introduciendo volatilidad en mercado a muy corto plazo. Respecto a las asociadas a la definición del rescate a la banca española:
(i) el impacto en las cuentas públicas: mayor ratio deuda/PIB y, potencialmente, también mayor déficit vía pago de intereses (con lo que el bucle entre riesgo bancario y soberano seguiría abierto),
(ii) condiciones de las ayudas (financieras pero con refuerzo de las macroeconómicas),
(iii) características del rescate (coste y plazo), y
(iv) grado de prelación del préstamo, vía EFSF (igualdad de condiciones) o ESM (acreedor preferente).
Valorando de forma positiva que la asistencia financiera anunciada el pasado sábado concede tiempo a España para agilizar las decisiones pendientes en otros ámbitos (como son los de consolidación y financiación autonómica), es necesario que en paralelo las instituciones europeas actúen con determinación en las semanas venideras. Y es que la agenda institucional europea continua adoleciendo de falta de determinación, coordinación y rapidez en la toma de decisiones.
Por tanto, el segundo frente donde se localizan cuestiones pendientes es en el institucional europeo. Y es que un verdadero punto de inflexión en la actual dinámica de mercado requiere de una reorientación contundente de las políticas europeas en materia de estabilidad financiera y ajuste fiscal, ya que los focos de inestabilidad continúan abriéndose a una velocidad que contrasta con la falta de acción institucional. Sintetizamos en tres puntos las aéreas sobre las que la agenda institucional deberá proyectar claridad en el más corto plazo para evitar una deriva hacia escenarios extremos.
El primero, una desconexión practica de la circularidad entre riesgo soberano y financiero. En segundo lugar, la gestión de una hipotética salida de Grecia de la zona Euro, a través del levantamiento de cortafuegos, en forma de (i) liquidez desde el BCE, (ii) garantía de depósitos a nivel europeo, y (iii) la gestación del proyecto de ¡eurobonos¡. Y en tercer lugar, recuperar expectativas de crecimiento. La ultima batería de indicadores recogen una recesión en 2T12 del orden del 0,3%-0,4% trimestral en la UEM (venimos de un 0% en 1T12 y -0,3% en 4T11). De manera adicional, las posiciones encontradas sobre como canalizar los recursos de los mecanismos de ayuda (EFSF/ESM) al sector financiero o el papel que debe jugar el BCE en la actual fase de la crisis, no están facilitando la labor de formación de expectativas a corto y medio plazo.
Como tampoco la está facilitando el tercer frente de resolución pendiente: la problemática griega. Seguimos pensando que, con independencia del resultado que arrojen las urnas el próximo 17 de junio, se exprimirá una solución negociada (flexibilización del ajuste exigido por la Troika) que evite su salida de la UEM ya que el análisis coste/beneficio del proceso es muy asimétrico. Sin embargo, el proceso podría dilatarse algunas semanas más, mientras duren las negociaciones. En conclusión, la agenda de hitos políticos y económicos a mes vista obliga a seguir adoptando una aproximación más prudente a los activos de riesgo.
En el más corto plazo, el mercado seguirá instalado en un entorno de alta volatilidad mientras (i) no se llegue a una formación de gobierno en Grecia y se confirme su continuidad en el euro, (ii) se vayan acotando los frentes abiertos con la solicitud de la ayuda financiera por parte del sector financiero español y el grado de contagio que pudiera sufrir Italia en adelante, y (iii) se avance de manera importante en forma de acuerdos en materia de integración fiscal y financiera y de programas de apoyo al crecimiento en el Consejo Europeo del 28-29 de junio.
(Banif)