https://mail.google.com/mail/u/0/?ui=2&ik=3ab76eea9c&view=att&th=1648a6d4d6c2fa40&attid=0.1&disp=safe&zw
BYMADATA - Cotizaciones en Tiempo Real | BYMA Bolsas y Mercados Argentinos

Mercedes-Benz C250 BlueEfficiency Avantgarde Sport Clase C, lujo y eficiencia en su justa medida



 
Mercedes-Benz C250 BlueEfficiency Avantgarde Sport
Clase C, lujo y eficiencia en su justa medida
El Clase C, el mediano premium más vendido del mundo, cambió en lo estético y especialmente en lo tecnológico. Este sedán de Mercedes combina altas prestaciones con calidad y equipamiento de primera.
PABLO EPIFANIO | pablo@e-cars.com.ar
Es el modelo más emblemático de la casa alemana y comenzó a construir su exitosa trayectoria en los 80, cuando se llamaba 190. Desde su nacimiento se constituyó -para el cliente con buen poder adquisitivo- en una atracción, fundamentalmente por el equilibrio de su propuesta: tamaño adecuado, buen espacio interior, equipamiento acorde a su estirpe y prestaciones de alto nivel, siempre con un estilo sobrio. El paso de los años y la constante evolución lo llevaron a reafirmarse en su categoría para convertirse, desde hace más de tres años, en el rey indiscutido a nivel mundial entre los premium medianos. Y la propuesta al día de hoy sigue siendo la misma: un sedán lujoso, de impecable performance y cargado de tecnología. Su estilo es elegante y deportivo, pero con una sobriedad que no lo ubica con un perfil tan alto. Obviamente que cuando se lo ve de lejos queda absolutamente claro que se trata de un Mercedes-Benz y trae consigo ese halo tan especial que caracteriza a todos los productos con la estrella en la trompa, pero no es una extravagancia andando.
Imagen
El facelitf que se le practicó a comienzos del año pasado afectó fundamentalmente a la trompa, que se diferencia por las nuevas ópticas que –en esta versión- resguardan faros de xenón adaptativos (regulan automáticamente su intensidad de acuerdo a la situación) y la vistosa luz diurna de leds, una tecnología que vuelve a aparecer en la base del conjunto con función de intermitentes, y en las tiras ubicadas en los extremos de la zona baja del paragolpes, donde están las tomas de aire. La parrilla tiene también un leve retoque. Atrás se hicieron sutiles modificaciones que aportan un grado de mayor robustez a la imagen. En los laterales de este sedán se aprecian las llantas de cinco rayos dobles (aleación de 17”) y los zócalos abultados contemplados en el paquete deportivo AMG con el que está dotada esta unidad.
Habitáculo
El interior absolutamente fiel al estilo Mercedes. Sobrio, con terminaciones y materiales de alta calidad. Cambió toda la plancha frontal, incluido el instrumental que fue retocado y que brinda una lectura óptima. En el centro del cuadrante del velocímetro está el panel de la computadora de a bordo que se acciona desde las teclas del volante, de base plana éste último. En la zona central es novedad la pantalla en la que se muestra todo lo relacionado con la radio, el audio y el navegador, entre otros. Las inserciones de aluminio en el volante, consola central, panel y pedalera, aportan la dosis justa de deportividad como para cortar con el estilo más bien conservador.
Las butacas, cubiertas por una combinación de tela y cuero, son amplias y sus pétalos contienen bien el torso. La regulación en altura es eléctrica, aunque la longitudinal y lumbar (en el caso de la del conductor) se ajustan manualmente.
No sufrió modificaciones en las medidas, por eso, el habitáculo mantiene el espacio ya elogiado en el anterior Clase C. Atrás es cómodo para los que viajan en los extremos, ya que la plaza central está afectada por la “joroba” del túnel de transmisión, como por el formato de esa parte del cojín y del respaldo.
Son 475 litros de capacidad disponibles en el baúl, el mismo volumen que el de su predecesor.
Equipamiento
Completo y con nuevos ítems, especialmente en materia de sistemas de asistencia a la conducción. El listado tiene entre sus integrantes: dispositivo de alerta por pérdida de atención (denominado “Attention Assist”) que trabaja con unos sensores que controlan las acciones del conductor y, ante una anomalía en el movimiento del volante, emite un aviso preventivo. Al sistema de luces inteligentes (“Intelligent Light System”) mencionado oportunamente, se suman los frenos ABS con todos sus asistentes; controles de tracción y estabilidad; airbags frontales, laterales, de cortina y de rodilla para el conductor; sensor de lluvia y detector de pérdida de presión de neumáticos, entre los más importante.
En el rubro confort incluye: sistema "“Parktronic" de ayuda al estacionamiento; asistente de arranque en pendientes; climatizador automático bizona; espejos eléctricos; sistema de audio con lector de CD, MP3 y entrada auxiliar, puerto USB y Bluetooth; techo eléctrico; y el dispositivo de órdenes por voz para comandar varias funciones que, aunque ya visto en modelos anteriores, se sigue plantando como una maravilla tecnológica.
Propulsión
El motor del C 250 es el naftero 1.8 de 204 caballos con 31,5 kgm de torque entre 2.000 y 4.300 rpm. Este cuatro cilindros con tecnología BlueEfficiency (una serie de ajustes para disminuir el consumo y la emisión de gases contaminantes) ofrece una entrega suave, con un sonido bajísimo, y una performance notable, similar a la de la edición anterior. La velocidad máxima se clava en los 240 km/h y la aceleración de 0 a 100 km/h la consigue en 7,4 segundos. Asociado a la estupenda caja automática de siete marchas “7G-Tronic” (la anterior era de 5) de relaciones perfectamente calibradas con un paso de cambio muy bien disimulado, más el sistema “Star&Stop” de parada y arranque automático del motor, en esta nueva generación consigue una considerable reducción del consumo: de 10,1 l/100 km en ciudad y de 8,2 litros en ruta y con la aguja clavada en 130 km/h. Aportan a esta notable eficiencia el muy buen coeficiente aerodinámico de Cx 0,26 (conseguido por varias soluciones aplicadas al diseño), y el uso de materiales más livianos como el capó, por ejemplo, que es de aluminio.
Comportamiento 
La tecnología de los trenes de rodaje (suspensiones independientes en ambos ejes) permite que el andar merezca una de las notas más elevadas de la prueba. Dobla sin vicios ni titubeos y su estabilidad a alta velocidad es asombrosa. En todo momento transmite una muy tranquilizadora sensación de seguridad. Esto se debe al "Agility Control", un sistema inteligente mediante el cual los amortiguadores –que en esta edición son más firmes- varían su dureza en función a la velocidad, el terreno y también la carga.
En ciudad por momentos se nota un poco la aspereza del diagrama y aparece –en los tramos más castigados- algún que otro rebote, producto de los neumáticos de perfil bajo y el efecto de los resortes más cortos, los amortiguadores más rígidos y la barra estabilizadora reforzada de esta versión con paquete deportivo. Un tema a tener en cuenta respecto al uso urbano es su escaso despeje, que hace necesario manejarse con mucha precaución para no tocar con los bajos de la trompa o la panza en un lomo de burro o final de rampa de un estacionamiento.
Mercado 
El precio de esta versión Avantgarde Sport AT es de 73.900 dólares, algo elevado, aunque tratándose de un Mercedes y con todo el contenido tecnológico con el que carga…se puede decir que va acorde.
El segmento en el que compite es pequeño y sólo habitado hoy por una de sus pares germanas de lujo: Audi, que tiene como exponente al A4 Ambition 2.0 TFSI Multitronic (con motor de 211 CV) a un precio de 62.000 dólares, pero con los opcionales crece bastante. BMW, la otra integrante del trío teutón, hoy sólo propone el 325i de 218 caballos pero con carrocería coupé a 68.500 dólares, ya rival del C Coupé (VER NOTA, "Clase C Coupé 250: elegancia y deportividad"). 
Con una garantía escasa (dos años), este clásico perfectamente aggiornado sigue adelante con todas las intenciones de continuar marcando el camino en el segmento de los medianos que hablan el exclusivo idioma premium.

A favor 
  • Comportamiento dinámico
  • Equipamiento
  • Consumo
En contra 
  • Plaza trasera conflictiva
  • Garantía de 2 años
  • Despeje escaso