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El trigo y el maíz, aún sin soluciones

De cara a la nueva campaña agrícola, los productores aún no encontramos soluciones para la venta del trigo y el maíz. Mientras continúen los cupos y no se libere totalmente la exportación, seguirán los descuentos en el precio de ambos cereales y persistirán los diferenciales entre el valor de paridad y el precio real del mercado por la falta de competencia entre la exportación y el consumo interno.

La retención adicional que genera la intervención de los mercados resulta, en promedio de las últimas semanas, de 175 dólares por hectárea para el trigo y 297 dólares para el maíz para los rindes considerados (*).

Como consecuencia, los márgenes para realizar trigo en campo propio para la próxima campaña brindan quebrantos de hasta 70 dólares por hectárea, en tanto que otras alternativas de cultivos de invierno como la cebada muestran márgenes positivos, de hasta 60 dólares por hectárea.

“Mientras no exista competencia entre el mercado interno y la exportación, como los trigos no son de diferente color, en esos casos, se producirá siempre un efecto puerta 12 y persistirán los descuentos al precio que recibe el productor”, dijo Hugo Luis Biolcati.

Si se analizan los márgenes para la siembra de maíz, otro cereal cuyo mercado se encuentra intervenido y con exportaciones cupificadas, vemos que el sorgo resulta una alternativa más rentable, con una diferencia de 120 dólares por hectárea a su favor.

¿Cuál es el incentivo para invertir en la siembra de granos que no sabemos si podremos vender, o por los que sufriremos cuantiosos descuentos como resultado de la falta de competencia en los mercados?

El sistema de cupos a la exportación beneficia a unas pocas empresas que venden fronteras afuera un producto que compran en el mercado interno a precios muy por debajo de la paridad internacional.

Para recomponer la confianza del productor que incentive la siembra sólo se necesita quitar las trabas al funcionamiento de los mercados y permitir la exportación sin restricciones, como ha funcionado siempre en la Argentina. De lo contrario, el trigo y el maíz pasarán de ser titulares al banco de suplentes.

(*) Se considera un rinde de 85 quintales por hectárea para el maíz, y de 35 qq para el trigo.