El Gobierno japonés ha comenzado a coordinar con la industria petrolífera local importantes recortes a las importaciones de petróleo iraní, intentando que los bancos queden fuera de las sanciones estadounidenses contra Teherán por su programa nuclear, dijo el jueves el diario Yomiuri. Es poco probable que Tokio pueda cortar completamente las importaciones de crudo iraní debido a las dificultades para asegurarse alternativas.