Banesto ha sufrido una pérdida de 173,2 millones de euros en el cuarto trimestre de 2011, ya que decidió provisionar 280 millones de euros netos de impuestos para cubrir posibles pérdidas en inversiones relacionadas con el inmobiliario. Las cifras hubieran sido peores si Banesto no hubiese tenido en ese trimestre unas plusvalías extraordinarias de 88,5 millones (en 2010 este epígrafe fue negativo en 183,2 millones).