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Informe Económico Semanal del Banco Ciudad

LA SEMANA EN POCAS PALABRAS

Culmina el 2011 y los últimos datos económicos conocidos dejan entrever, a trazo grueso, algunas de las tendencias previstas para el año que comienza.

En materia de comercio exterior, el superávit comercial de noviembre duplicó el de año atrás, en un contexto de recrudecimiento de las trabas comerciales (las importaciones crecieron sólo un 12% interanual, casi un tercio de lo acumulado en el año). Como resultado, el 2011 apunta a finalizar con un saldo comercial de USD 10.500 millones (-11% a/a), superior al esperado hace unos meses, tanto por los analistas privados como por el propio gobierno (el Presupuesto Nacional enviado al Congreso incluyó un superávit de USD 9.035 millones para este año).

Paralelamente, tras la aplicación del “cepo cambiario” y las señales oficiales a favor de cierta estabilidad del tipo de cambio, la fuga de capitales privados se moderó drásticamente en diciembre y el Banco Central comenzó a recuperar parte de las Reservas Internacionales perdidas en los meses previos. Claramente, ante la efectividad de estas medidas para “cuidar los dólares”, todo indica que las restricciones a las importaciones y a la compra de divisas llegaron para quedarse.

Puesto en otros términos, aunque la dinámica reciente no sea suficiente para evitar que el 2011 culmine como el primer año con una caída de Reservas Internacionales desde el 2002 y con un saldo de Cuenta Corriente nulo en términos del PIB (coincidiendo –casualmente- con el retorno a una paridad “1 a 1” del tipo de cambio real contra el dólar, al cumplirse 10 años del abandono de la Convertibilidad), lo cierto es que los controles otorgan un mayor margen de maniobra de cara a 2012 en materia del manejo de las cuentas externas.

En términos fiscales, el superávit primario experimentó una fuerte baja en noviembre (cayó 84% a/a), consolidando el deterioro observado a lo largo de todo el año. Sin embargo, ante un incremento más lento de los ingresos (y –sobre todo- pasadas las elecciones), el gobierno comenzó sacar el pie del acelerador del gasto, algo que parece anticipar lo que podría venir en 2012. Aún así, sólo la ANSES muestra un resultado superavitario dentro del Sector Público, panorama que difícilmente cambie el año próximo.

En cuanto al nivel de actividad, de acuerdo a las estimaciones oficiales, el crecimiento que acumula la economía en 2011 se mantiene en las mismas “tasas chinas” que mostró durante el 2010 y previo a la crisis de 2008-09 (el PIB-INDEC creció 9,3% en el tercer trimestre, acumulando en lo que va del año una expansión de 9,4%). Los indicadores privados, en tanto, reflejan moderación en el crecimiento, con un alza de 5,4% en el tercer trimestre (5,8% en el acumulado del año).

Es probable que esta brecha entre los distintos indicadores persista en 2012, aunque en ambos casos con una desaceleración, habida cuenta que el próximo año perderían impulso los cuatro elementos que alentaron el fuerte crecimiento en los últimos años: 1) una moneda subvaluada; 2) precios de los commodities crecientes; 3) tracción de Brasil a la industria; y 4) un gasto público en ascenso.

Por último, en términos inflacionarios, los indicadores privados de precios volvieron a mostrar una desaceleración en noviembre, aunque con un alza superior al 20%. En 2012, la inflación podría mantenerse en torno a estos niveles, aunque con un reacomodamiento de precios relativos, donde la menor presión alcista de las materias primas (alimentos) podría ser compensada por los efectos de la eliminación de subsidios a los servicios públicos.