El pánico que se respira en el mercado por la incapacidad de Europa para resolver sus problemas se ilustra en una cifra: 105.000 millones de euros. Bancos, fondos y resto de inversores se han deshecho de esa cantidad de bonos españoles e italianos desde agosto. En ese periodo, la escalada de tipos ha puesto a estos países al borde de la intervención.
Nada es suficiente para calmar a los mercados, esto es, a los acreedores que prestaron su dinero a los países de la periferia de Europa y que ahora dudan de su capacidad de pago. Los inversores han optado por reducir con gran ímpetu estos riesgos, por lo que se han lanzado a una frenética carrera vendedora que ha tirado por los suelos el precio de estos bonos y disparado las rentabilidades hasta niveles insostenibles en el medio plazo.
Los inversores han vendido 105.000 millones de deuda española e italiana desde agosto, según cálculos de Barclays. “Suponemos que la mayoría de ventas procede de inversores internacionales, ya que los nacionales suelen mantener sus exposiciones, incluso en tiempos de crisis”, dice el analista Laurent Fransolet. Según sus cálculos, los inversores foráneos habrían vendido al BCE el 12 y el 17% de sus bonos italianos y españoles, respectivamente.
Barclays estima que la banca europea ha protagonizado alrededor de la mitad de las ventas, lo que implica que ha reducido un 25% su exposición. Una tercera parte de la otra mitad, unos 18.000 millones de euros, corresponde con instituciones oficiales como bancos centrales o fondos soberanos, mientras que las otras dos terceras partes, 36.000 millones, las han vendido fondos de inversión, seguros y fondos de pensiones.
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Los inversores arrodillan a España e Italia tras vender 105.000 millones de su deuda
noviembre 24, 2011