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Bancos UE, listos para iniciar batalla por capital

Santander, BBVA, Deutsche Bank, UniCredit y Societe Generale están entre los bancos que comenzarán la semana que viene una batalla por captar miles de millones de euros como parte del plan europeo para recuperar la confianza en el sector financiero.

Los responsables de la Unión Europea han acordado que solo harían falta algo menos de 100.000 millones de euros para reforzar los balances de los bancos y proporcionar a las entidades un mayor colchón que amortigüe las posibles pérdidas en sus carteras de deuda soberana de la zona euro.

Gran parte de los fondos adicionales los necesitarán bancos de Grecia, España y Portugal. Los peces grandes precisarán menos capital de lo que se temía hace dos semanas, y deberían recaudarlo entre inversores privados, ya sean accionistas actuales o fondos soberanos, según fuentes del sector bancario y analistas.

"Ser el primero en mover la ficha da ventaja, pero en el contexto del monto de dinero que se va a levantar, si la cifra final es 100.000 millones, no es una cifra imposible en la medida que se logre restaurar la confianza inversora", dijo una fuente bancaria.

De hecho, la voluntad de los inversionistas privados de inyectar capital a los bancos dependerá en gran medida del plan de la UE para frenar la crisis de deuda soberana de la zona euro. En principio, se esperaban decisiones importantes para la cumbre del domingo, pero parece que será el miércoles cuando lleguen las medidas más decisivas.

Los bancos más pequeños de la zona euro la tendrán más difícil para levantar fondos privados, por lo que podrían necesitar apoyo de los estados a los que pertenecen o, en última instancia, del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF).

El nivel mínimo de capital estructural exigible será previsiblemente del 9 por ciento, tras absorber los descuentos en sus inversiones en deuda de Grecia y otros países de la zona euro.

No obstante, aún quedan muchos detalles por definir, como el tamaño de la quita hipotética que se aplicaría a la deuda española o griega, la posibilidad de que los bancos tengan ventajas por tener en sus carteras bonos alemanes, el tipo de capital que se considera de buena calidad y los plazos.

Las entidades financieras griegas podrían necesitar 30.000 millones de euros o más según el plan, que con gran probabilidad provendrían del Estado griego o de fondos de la eurozona.

Según estimaciones de Reuters y previsiones de los analistas, pequeñas entidades de Portugal y Chipre podrían necesitar unos 8.000 millones y 4.000 millones de euros, respectivamente. Bancos españoles como Bankia y Sabadell podrían necesitar cerca de 15.000 millones de euros.

El italiano UniCredit podría necesitar entre 2.000 y 5.000 millones para superar los ratios exigidos, mientras que en el caso de Banco Popolare y Monte dei Paschi, las cifras serían menores.

Deutsche Bank y Commerzbank podrían necesitar cerca de 4.000 millones de euros entre ambos, acudiendo según fuentes consultadas, al capital privado. Algunos analistas difieren y sitúan solo la cifra de Deutsche en 5.000 millones de euros.

El francés Societe Generale podría tener que recaudar hasta 4.000 millones, y BNP Paribas y BPCE podrían necesitar cada uno 3.000 millones de euros, según estimaciones de Reuters y analistas.

Analistas de Goldman Sachs estiman que los bancos europeos necesitarán 84.000 millones de euros, incluyendo 28.000 millones para la banca española -13.000 millones para Santander y 6.000 millones al BBVA-, 11.000 millones para bancos italianos y 9.000 millones en el caso de las entidades francesas.

En cuanto al plazo para captar los fondos, sería de entre seis y nueve meses.

Algunas entidades serían capaces de cubrir sus necesidades con utilidades retenidas, tomando decisiones que generen caja como aprovechar los bajos precios para recomprar deuda propia o vendiendo activos.

Es probable que los planes de desapalancamiento de los balances se aceleren con estos procesos, lo que supondrá una limitación del crédito a las empresas y, por lo tanto, podría descarrilar la recuperación económica.

Para aquellos que aún necesitan efectivo o que quieran tranquilizar a los inversores con un colchón de seguridad aún más grande, se presentan otras opciones como ampliaciones de capital reducidas o la búsqueda de fondos de inversión soberanos de países que estén resistiendo a la crisis.

Sin embargo, ante la cotización actual de los bancos, que valen en bolsa en torno a la mitad de su valor libro, las ampliaciones podrían resultar muy dilusivas para los accionistas.

Fondos de Qatar, China, Kuwait y otros le han echado el ojo a los bancos europeos, pero andan con pies de plomo para no meter capital en un agujero negro, dicen fuentes bancarias.

Los fondos soberanos han tenido resultados diversos a la hora de invertir en bancos occidentales en los últimos años -Abu Dabi hizo una fortuna con su inversión en Barclays, pero Temasek midió mal los tiempos de su entrada al mismo banco- y ahora están en una posición de fuerza.

"Los fondos soberanos no van a entrar si no hay una solución a gran escala para la zona euro. Si vemos eso, podrían retornar", dijo una fuente del sector.

La participación de los fondos soberanos tendría que pasar el filtro de los reguladores, ya que la forma de entrada en el capital de las entidades financieras podría ser mediante fórmulas híbridas que podrían no incluirse entre las reservas consideradas de máxima calidad.

Estos fondos son aficionados a operaciones con valor agregado que las hagan más interesantes, como las participaciones preferentes, dijeron fuentes bancarias.

reuters