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31ª Convención del IAEF


De interés académico y económico – declaración de la Legislatura de Río Negro.

“Los dilemas estratégicos de la Argentina”


1º Jornada – 3º Panel

“Los Dilemas de la economía y la política en Argentina y en el mundo. Bases para una economía a largo plazo”


RICARDO ARRIAZU – Director de Arriazu & Asociados

En términos de dólares, Brasil creció diez veces más que la Argentina. Los argentinos sólo amplificamos los ciclos internacionales. En 2009 todo cayó menos el gasto del gobierno. Decir que hubo crecimiento es falso. En 2010 el mundo crece más que nosotros. Exportamos gente formada e importamos gente no formada.

El mundo creció en la primera mitad del año al 4,5%, superior a lo sustentable. Esta vez América latina se portó mejor. Hoy está creciendo por sobre 5,6%: algo hizo bien, aunque esta tasa es insuficiente para incorporar a todos al mercado laboral.

En términos de dólares, Brasil creció diez veces más que la Argentina. Estados Unidos se está recuperando. Aunque hay miedo. Estados Unidos no puede crecer a más del 2,7% en forma sostenida. Y con el envejecimiento será mayor. Los argentinos sólo amplificamos los ciclos internacionales. Cuando la gente tiene miedo caen los activos de riesgo. Cuando lo pierden, la plata vuelve a salir.

El mundo está perdiendo el miedo al riesgo. Mi pronóstico es que a mediano plazo se fortalece el dólar. No es un proceso corto, dura unos cuatro años, pero hacia ahí vamos.

La Argentina venía creciendo a un ritmo de 10 al 11%. Llevamos dos trimestres consecutivos de caída. En cifras oficiales crecemos este año al 8,2%. En 2009 todo cayó menos el gasto del gobierno. Decir que hubo crecimiento es falso.

Este año tuvimos 53% de aumento en la cosecha. ¿Podemos esperar lo mismo en 2011? Sería muy raro. ¿O un mayor ingreso de capitales? Sector externo: exportaciones crecen menos que las importaciones. El año que viene entraríamos en déficit de cuenta corriente. El costo laboral ya está en su máximo nivel histórico.
Tenemos un problema fiscal que estamos financiando con la Anses y el Banco Central.

En la Argentina no se puede bajar el gasto en términos nominales: hay que bajarlo en términos reales. O sea, devaluando. En 2010 el mundo crece más que nosotros. Exportamos gente formada e importamos gente no formada. Nuestro envejecimiento es aún mayor al del mundo. Debemos incorporar gente. Hemos vuelto a 1870, en términos de ingreso per cápita.
La meta sería entonces volver a lo que éramos en 1870. Lo primero es ponernos de acuerdo. Y crecer al 3,11% per cápita. Algo que no hicimos en los últimos cuarenta años.

Cuando la industria estuvo enfrentada a la competencia duplicó su productividad. Llegado el momento, la Argentina lo hizo. Hoy estamos discutiendo el 82% móvil… con un alto grado de irresponsabilidad, dado el alto grado de envejecimiento argentino. El primer productor mundial de alimentos es China. Y no es importador de alimentos, excepto de soja.

Estamos confiados en que los precios de commodities van a subir. Pero no es cierto. Lo único que crece es el uso industrial. La gente más vieja come menos.

Nos hemos convertido en importadores netos de energía. En 2020 será tarde para aumentar la oferta primaria de energía. Si seguimos sin hacer nada, la importación de energía ascendería a 110 mil millones de dólares anuales.

Brasil invierte afuera, no adentro. Si bien gran parte de su inversión pertenece a la economía negra.

Décadas de errores y de problemas ideológicos: nosotros somos los culpables. Y en nosotros está la solución de los problemas.



MIGUEL KIGUEL – Director Ejecutivo de EconViews

Grecia tiene hoy cifras cuatro veces peores que las de Argentina en 2001. ¿Hace bien “un poquito de inflación”? No, se pierde crecimiento. Y esa pérdida empieza a ser importante cuando la inflación supera el umbral del 10%.Hubo un enorme aumento del gasto público. Y la política monetaria no buscó controlar la inflación: al contrario, la convalidó. Grecia tiene hoy cifras cuatro veces peores que las de Argentina en 2001. Si Argentina no tiene problemas macroeconómicos, hay que cambiar las políticas. Y poder acercarnos así a Brasil, a Perú, a Chile…

Los países que hoy están bien son los emergentes. Sin problemas fiscales ni financieros. Los industrializados tienen problemas de recesión, de una deuda insostenible y de deflación. La tasa de desempleo en Estados Unidos está muy alta. La falta de inflación es para ellos un problema.

Es difícil ver la salida definitiva de Estados Unidos hasta que acabe el problema inmobiliario. En crisis anteriores, la inflación ayudó a resolver el problema de las deudas. Hoy el riesgo es que no haya inflación.

En Europa preocupan los PIGS. No sólo tienen déficit fiscal y deuda, sino que tienen un problema de competitividad. Deben resolverlo sin devaluar. Grecia tiene hoy cifras cuatro veces peores que las de Argentina en 2001. No sale… salvo que lo perdonen. Por ahora se gana tiempo. El euro estará bajo amenaza en los próximos años.

El mundo está preocupado por Europa. Aunque todavía puede aguantar… porque hay plata.

Hay liquidez internacional. Y precios de commodities altos. Lo que implica generación de dólares. Es muy difícil que a la Argentina le vaya mal.
La inflación es en Argentina un problema recurrente. Con la misma tasa, los años 60 fueron los de mayor crecimiento. Pero lo que fue sostenible, dejó de serlo luego. Los procesos son estables… hasta que dejan de serlo.
La inflación actual es un poco diferente a la del pasado. En 2003 la inflación estuvo en 4%, hasta llegar ahora a niveles del 25% anual. La competitividad lograda con un tipo de cambio muy alto, como en 2002, no puede alcanzarse hoy si se pretende seguir creciendo.
Hubo un enorme aumento del gasto público. Y la política monetaria no buscó controlar la inflación: al contrario, la convalidó.

Bajar la inflación es costoso. Ningún político lo va a decir, menos aún si está en campaña. Los procesos de baja de inflación están acompañados de suba de tasas de interés y atraso cambiario. La fiesta de la inflación se va a acabar en algún momento. ¿Es sostenible 25% de inflación? Colombia vivió casi 30 años con esa tasa. Pero otros casos la contradicen, como por ejemplo en Brasil. Tipo de cambio; muy estable pero erosionado por la inflación: inflación del 25% con 6% de depreciación. En un año llegaríamos de vuelta al “uno a uno”. Argentina podría vivir con el actual tipo de cambio, en términos macroeconómicos. Pero “uno a uno” sería un problema para muchas empresas. Si devalúo más, genero más inflación. Hay que crear un fondo de estabilización fiscal. Con parte de los dólares generados por el sector externo, depositarlos afuera. Noruega, por ejemplo, tiene hoy un fondo que equivale a 120% del PBI. Sin ese fondo, la solución es que el gobierno no gaste.
No hay ninguna razón para que la Argentina tenga un riesgo tan alto, casi como el de Venezuela. El problema argentino es el “efecto tren fantasma”: la crisis del campo, la nacionalización de las AFJP, el fondo de desendeudamiento, Fibertel… Estamos en ese tren fantasma y seguramente va a haber otros. Mientras no salgamos de él, es muy difícil que el riesgo caiga.
Si Argentina no tiene problemas macroeconómicos, hay que cambiar las políticas. Y poder acercarnos así a Brasil, a Perú, a Chile…

CARLOS MELCONIÁN – Director de M&S Consultores

La vuelta de la inflación… en un mundo sin inflación. El retorno de la “maquinita de emitir moneda” del Banco Central. Competitividad cambiaria… a la baja. Todo un problema. Tarifas congeladas. Energía. Verdadero déficit y sistema provisional insostenible. Reputación de país de alto riesgo… ¡aun pagando la deuda! Falta de inversión e intríngulis social, con ocho años de crecimiento fuerte. Gane quien gane en 2011, el statu quo no va más. Un golpe de timón es ineludible.

Objetivamente, la chance de una crisis es baja. Megadevaluación no, porque hay superávit comercial. La inflación no está reprimida, salvo las estadísticas.
La única y excluyente defensa anti-crisis es la soja: 20 mil millones de dólares anuales. Por eso no explota la inconsistencia.
La fuga de capitales actual es el triple de De la Rúa. La diferencia está en la soja. Hay 50 mil millones de dólares en reservas… ¡pero deberían ser 100 mil millones!

Este ciclo terminó. Aunque en 2011 gane el oficialismo. Hay que decidir qué se quiere. Sin feriados bancarios ni cambiarios…
La mayoría de los países de América latina crece sin inflación. Estamos clara y absolutamente en rojo, en déficit fiscal. A la Argentina le faltan 36 mil millones de pesos. Y los pone “la maquinita”.

Lo que hace el gobierno en materia monetaria no puede admitirse. Es para giles.
¿Hay moneda fuerte o atraso cambiario? En este modelo es atraso. En Brasil es moneda fuerte. En la Argentina, para el empresario y en este modelo, el uno a uno es atraso. El mundo ha cambiado. El boom de la sola avala el uno a uno. Pero no es resultado del modelo sino un efecto no deseado. 48% de las exportaciones este año crecen cero.

Tarifas: un lío. El colectivo debería subir 350%; tren y subte, 600%. El gas, 350%.
Los dilemas son varios. Y graves.
83 mil millones entran por aportes. Y se pagan 135.000 millones. Le sacan el 15% de la coparticipación a los gobernadores: hay un agujero espantoso. Los gobernadores se quejan con razón, ya que les quitaron esa coparticipación al crearse las AFJP.

Yo entiendo a la oposición. Pero no dicen la verdad. El gobierno va a contramano de mejorar la reputación internacional. La deuda baja porque hay mucha deuda “intra sector público”. No hay un desendeudamiento real. No hubo “sudor”, como en Chile. Es un concepto “porteño-argentino” de baja de deuda. Un golpe de timón es ineludible.


CARLOS PAGNI – Columnista político de La Nación

El sistema político argentino está pulverizado. Probablemente la crisis del peronismo sea peor que la del radicalismo. No hay líderes de partido sino líderes de opinión. Kirchner es un detalle. El problema no va a resolverse con un cambio de gobierno. El gobierno no cree en que perdió las elecciones el año pasado porque se equivocó sino porque se quedó corto. A partir de Papel Prensa, para el PJ el gobierno volvió a la lógica del conflicto del campo. Y sirve para destruir consenso. Estamos viendo un proceso de canibalización de los Kirchner, por parte de Hugo Moyano. La oposición se achancha. Con sólo agitar la imagen negativa de los Kirchner, “llegan”.

Desde 2001 la economía pasó ya por muchos climas. En la política, Argentina está todavía en 2001. La elección del año que viene decidirá si Argentina sale de su crisis o permanece en la decadencia. El sistema político argentino está pulverizado. Probablemente la crisis del peronismo sea peor que la del radicalismo. Muchos que venían a oxigenar el sistema ni siquiera llegaron a constituirse como partidos.
Pactar, argumentar, mediar… son funciones que, en un marco extraordinariamente informal, se han deteriorado. Es el país de la acción directa y del escrache.

La política así ejercida sólo puede ofrecer corto plazo. No hay líderes de partido sino líderes de opinión. La clase política argentina se recluta en actividades que nada tienen que ver con ella, lo que incrementa los niveles de mala praxis. Ahí aparece la ausencia de partidos.

Kirchner es un detalle. El problema no va a resolverse con un cambio de gobierno. No creo que por un cambio de elenco se vaya a modificar demasiado el panorama.
La sociedad argentina cayó de nuevo en el espejismo de creer que “alguien manda y los demás obedecen”.

La imagen del gobierno es muy mala y el consenso es insuficiente. Hay muchas más razones para pensar que perderá las próximas elecciones.

El gobierno lo sabe. Y responde con una guerra contra los medios. Lo que supone una visión autoritaria del fenómeno de la comunicación. Que epistemológicamente atrasa cincuenta años. Y trata de tomar el lugar del emisor de las noticias.

El gobierno no cree en que perdió las elecciones el año pasado porque se equivocó sino porque se quedó corto.
El PJ está hoy en el peor de los mundos. Porque Kirchner maneja recursos muy importantes. Pero a su vez lo lleva a la derrota.
A partir de Papel Prensa, para el PJ el gobierno volvió a la lógica del conflicto del campo. Y sirve para destruir consenso.

También busca destruir a Macri. Por eso Reuteman no aparece. Y aparece Scioli –porque está captando este momento. O hay muchos que se lo están haciendo captar.

Estamos viendo un proceso de canibalización de los Kirchner, por parte de Hugo Moyano. La oposición se achancha. Con sólo agitar la imagen negativa de los Kirchner, “llegan”. En un sistema así pensado nos gobierna el que pierde. Ya sucedió con Duhalde y luego con Kirchner.

No es normal que una sociedad acumule tanto nivel de hartazgo hacia un gobierno. Es un síntoma muy antiguo. Que alimentó todos los golpes de estado en la Argentina.

Esto produce que la sociedad vota casi siempre por castigo. Y el voto castigo mira hacia el pasado, no hacia el futuro.
El problema es el hartazgo, no con los Kirchner sino con nosotros.