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MÁS ALLÁ DEL HUMO: PREVENCIÓN, RESPUESTA Y FUTURO DE LOS INCENDIOS RURALES EN ARGENTINA


 

La Red de Manejo del Fuego Rural - entidad formada por 9 asociaciones de manejo de incendios rurales que protegen más de 1,5 millones de hectáreas en la Mesopotamia y Delta bonaerense – alerta a la comunidad y a las autoridades que, ya entrando en la temporada de verano – se deben tomar medidas urgentes y efectivas para prevenir y combatir estos devastadores eventos.

 

 

Los incendios rurales en Argentina se han convertido en una amenaza creciente para nuestros ecosistemas, comunidades y economía. Los incendios en Córdoba se van apagando, por lo cual es el momento para reflexionar y, sobre todo, adelantarse, a lo que podemos hacer para estar preparados para posibles próximos sucesos. Lamentablemente, cuando los incendios se vuelven catastróficos, la tendencia es a buscar culpables y no evaluar sobre qué se pudo haber hecho para evitarlos y aprender de la experiencia. 

 

PASOS A SEGUIR

 

Primero, sin dudas, es evitar los incendios. La prevención tiene distintas dimensiones, que comienza con la sensibilización de la comunidad en conductas que eviten las igniciones (quema de basurales, fuegos en lugares no permitidos, colillas, etc.) y la alerta ante la presencia de focos de incendios.  Para una política de preparación, es imprescindible elaborar el perfil de riesgos para realizar la planificación de la temporada de incendios. Esto incluye una evaluación integral del riesgo de incendios de acuerdo con el ecosistema (son muy diferentes las acciones en zonas de pastizales a la de bosques) y el clima previsto; la historia de los incendios (dónde, estacionalidad, en qué condiciones; causas; etc.) Con esta información, se debe realizar una planificación de las actividades preventivas, tal como la construcción de líneas de defensa y cortafuegos, la reducción de combustibles tal como la limpieza de bordes de rutas, bordes de vías y tendidos eléctricos (esto involucra a Vialidad Nacional, Vialidad Provincial, Ferrocarriles, entre otras) para finalmente identificar las necesidades y disponibilidad de recursos para la extinción y su utilización en la temporada.

 

Como se indica más abajo, esto debe hacerse en forma articulada interjurisdiccional. Por su lado, la elaboración del índice de riesgo de incendios diario permite determinar la probabilidad y severidad de los eventos y prever las acciones de respuesta rápida entre los distintos niveles de responsabilidad. Con los índices de peligrosidad de incendios muy altos o extremos se deberían reforzar las medidas de prevención y preparación para estar listos y evitar las situaciones catastróficas.  

 

FOCOS ACTIVOS

 

En caso de que el foco de incendios efectivamente se produzca es indispensable tener un sistema de detección temprana. Actualmente hay tecnologías disponibles de detección satelital de incendios que - acompañada por cámaras terrestres con inteligencia artificial en las zonas más sensibles - permiten una detección y aviso del foco en menos de 10 minutos de producido. Para que esta detección sirva, debe acompañarse con la respuesta rápida para que ese foco se apague antes de que tome volumen. Estas acciones de prevención, detección temprana y ataque rápido son esencialmente, locales. La Provincia, Defensa Civil, los Municipios, son los responsables primarios. Puede ser asumida también por el sector productivo, como lo hacen nuestros Consorcios de Manejo del Fuego Rural, con resultados excelentes. Como ejemplo, en los incendios de Corrientes de 2022, que se quemaron más de 1 millón de hectáreas -que incluyeron unas 30.000 ha de plantaciones forestales- menos del 2% de la superficie bajo control del Consorcio Manejo del Fuego Virasoro fue afectada.  En ese momento, el consorcio extinguió - en promedio - 20 focos de incendios por día, detectados y apagados rápidamente.  

 

Cuando el foco de incendio rural se propaga, actúan primero los bomberos locales y brigadas privadas, luego se suman las brigadas provinciales, y si se extiende, la provincia puede solicitar colaboración del SNMF o de otras provincias. En este caso, lo más relevante es la coordinación de recursos, de personal y mandos claros de acción. Por ello, es importante recordar que la Ley 26815, de Presupuestos Mínimos en Manejo del Fuego da la responsabilidad primaria en la atención de los focos de incendios a las provincias y el Sistema Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) interviene solo ante pedido de la Provincia.  Pero esta intervención se debería dar en el marco de una planificación previa que marca la Ley y que, lamentablemente, no se cumple, tal como se señaló en el informe de la Auditoría General de Naci&oacut e;n (Resolución N°113/2023 – AGN 12.07.2023), que, entre otras identificó que no se realiza:

 

-           Elaboración del Plan Nacional de Manejo del Fuego en coordinación con las Jurisdicciones Provinciales y la APN.

-           Articulación en el ámbito del COFEMA de la implementación de políticas preventivas, el apoyo a las estrategias de manejo del fuego, la alerta anticipada y el combate rápido y eficaz de los incendios.

-           Conformación del Consejo Asesor integrado por los representantes de manejo del fuego de las jurisdicciones provinciales, APN y CABA.

-           Diseño de los planes regionales de manejo del fuego integrados por los planes locales.

 

Estas políticas permitirían realizar las acciones de prevención mencionadas y de atención integral con una planificación y coordinación de recursos entre Nación, Provincias, Municipios, entidades (Vialidad, Ferrocarriles, etc.) y actores privados (como los Consorcios de Manejo del Fuego) que hoy no sucede.

 

CAPACITACIÓN Y CERTIFICACIÓN DE COMBATIENTES DE INCENDIOS RURALES

 

Otro punto crucial es la capacitación de los combatientes de incendios rurales y la certificación de sus competencias. En los países más avanzados en manejo del fuego es obligatorio que quien va al frente de un incendio esté Certificado en sus competencias con un estándar nacional para asegurar que todos tienen el mismo nivel de formación y actuación de manera segura. En el país está disponible el sistema de evaluación de combatientes de incendios en un programa de la Secretaría de Trabajo, Empleo y SS que ya tiene 20 años.  Esto permite evaluar y certificar a los combatientes de acuerdo a un estándar nacional que contempla tanto los elementos de seguridad personal y del entorno como los conocimientos y competencias para la acción. La Ley de manejo del fuego también contempla la certificaci&oa cute;n de competencias de los combatientes, pero el SNMF dejó de implementar el sistema al comienzo del gobierno anterior (en el año 2020) y no lo ha restaurado al momento. En el sector privado – entre AFoA y UATRE – tienen el sistema disponible y desde la Red de Manejo del Fuego se está priorizando tanto la capacitación como en avanzar en la certificación de los combatientes de brigadas privadas y de bomberos locales, para un trabajo seguro y coordinado.

 

Los incendios rurales son un desafío complejo que requieren una respuesta integral y coordinada. La prevención, detección temprana, fortalecimiento de los sistemas de respuesta y la colaboración entre todos los actores involucrados con una planificación adecuada deben estar implementadas.  Por ello, es imprescindible que el SNMF convoque a los actores relevantes para realizar la planificación de la temporada por región de ecosistema de fuego, tal como marca la Ley. Desde la Red de Consorcios de Incendios rurales estamos a disposición para colaborar en la región en donde estamos presentes para sumar en una atención integral de los incendios rurales. Solo a través de la prevención y una planificación coordinada podremos proteger nuestros ecosistemas, sistemas productivos, garantizar la seguridad de nuestras comunida des y reducir las probabilidades del fuego catastrófico.