La calificadora crediticia Moody's advirtió este martes sobre la posibilidad de que la Argentina tenga que reestructurar su deuda pública ante el riesgo de incumplirla. También señaló que la resistencia del gobierno de Javier Milei a devaluar genera incertidumbre y preocupación en los mercados.
Las apreciaciones corrieron por cuenta de Jaime Reusche, vicepresidente de Moody's, quien alertó sobre un escenario "apretado" en la situación de la financiera argentina, que evidenciaría dificultades para cumplir con sus obligaciones programadas.
"Nuestro escenario base, y por eso no hemos movido la calificación de la Argentina, la tenemos bastante baja, indica una alta probabilidad de que se dé algún tipo de renegociación o intercambio de deuda como en el mercado doméstico, donde se han dado varios swaps de deuda interna que han dado pérdida. Nuestra expectativa y la de los mercados financieros es que se dé algo similar con la deuda externa", dijo Reusche desde Manhattan en diálogo con Radio Con Vos a la hora de explicar porque el Riesgo País argentino no baja de los 1.500 puntos básicos.
Reusche describió que la Argentina se encuentra en un "momento complicado" dado que los compromisos de deuda pasarán de algo más de US$2 mil millones este años a unos US$5 mil millones en 2025.
"Los mercados han valorado algunos ajustes realizados por el nuevo Gobierno, considerando el complicado punto de partida, pero creen que será difícil cumplir con todos los pagos de deuda. La acumulación de reservas, que avanzó en el primer semestre del año, se ha ralentizado, y los mercados financieros están un poco preocupados de que vaya a haber una reestructuracion de la deuda externa", dijo.
Por otro lado, el vicepresidente de Moody's, de origen peruano, relativizó el impacto de los mercados de afirmaciones de Javier Milei sobre que ya se cuenta con los fondos para pagar los vencimientos del año que viene. Cuando fue consultado si esas declaraciones del Presidente llevaban alguna tranquilidad a los mercados, Reusche se refirió al "poco margen" que dejan los flujos financieros que entran y salen del país, que se encontrarían prácticamente empatados. "Los flujos financieros están bastante apretados. La Argentina recibe flujos por US$100 mil millones por exportaciones e inversiones. Los flujos de salidas por importaciones, pago de todo tipo, incluidos los de deuda, y salidas de capital son aproximadamente US$100 mil millones. Eso deja un margen muy corto para costear todos los flujos", dijo. "Las cuentas están tan apretadas que cualquier movimiento en cualquier variable te deja demasiado ajustado y es por eso que vemos con preocupación que se puedan cumplir todos los compromisos de deuda el próximo año", agregó.