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En los últimos noventa días, Axel Kicillof gastó 18 millones en Facebook

 No es noticia para nadie. Con la provincia de Buenos Aires en ruinas, los hospitales trabajan sin insumos ni médicos por falta de pago. Los bonaerenses se acostumbraron a convivir con una altísima tasa de pobreza, desocupación e informalidad sin precedentes, que contrasta con los gastos de publicidad de la gestión de Kicillof.


Según el INDEC, el 32,0 por ciento de los hogares de los seis aglomerados urbanos en donde reside el 41,0 por ciento de la población de la provincia de Buenos Aires, se ubicó bajo la línea de la pobreza. Por su parte, 8,9 por ciento de los hogares se ubicaron bajo la línea de indigencia. En ellos habitaban el 11,6 por ciento de las personas de la provincia.

Este es apenas un rápido repaso de la actualidad agobiante que se sufre en territorio bonaerense, uno de los más golpeados por el gobierno de Alberto Fernández y la administración de Axel Kicillof. Sin embargo, en ese marco, el gobernador aspira a su reelección para permanecer por otros cuatro años más en el sillón de Dardo Rocha.

Para ello ha desplegado una millonaria campaña publicitaria por Facebook, que en solo los últimos noventa días alcanzó los 17.990.974 de pesos. La maniobra de difusión es todavía más confusa por tratarse de su cuenta privada, lo que implica poner la lupa sobre el origen de los recursos con los que la misma fue financiada.

Algunas de las campañas publicitarias promovidas por la cuenta personal de Kicillof.

Para palpar la realidad de la provincia, solo basta con pararse frente a la Casa de Gobierno para observar lo que hasta hace algunos meses era un pequeña feria americana que, prontamente, se convirtió en tierra de nadie. La plaza San Martín está totalmente usurpada por familias enteras que buscan vender ropa y zapatos usados, entre otros descartes.

La situación contrasta sobremanera con los enormes e infundados gastos en propaganda política, incluso sin tener en cuenta lo destinado a cartelería, medios de comunicación y hasta la financiación de programas de televisión propios que nadie ve, como Código Viaje. 



(www.REALPOLITIK.com.ar)