Samsung reportó ingresos netos de 1,72 billones de wones (US$
1,340 millones) en el segundo trimestre, un 84,5 % menos que en el mismo período de 2022. Los
ingresos cayeron un 22,27 % en la misma base de comparación, a 60,01 billones de wones (US$ 47 mil
millones).
Los resultados, según la empresa, muestran una débil demanda de smartphones, provocada por la
desaceleración económica y la inflación, que retrasó la recuperación de la demanda de
semiconductores.
Los ingresos por semiconductores cayeron un 48 % a 14,73 billones de wones (US$ 11.530 millones).
Las ventas de chips de memoria cayeron un 57% a 8,97 billones de wones (US$ 7.000 millones).
En el segmento de telefonía móvil y redes, la ganancia fue de 3,04 billones de wones (US$ 2,380
millones), un 0,42% más que el año anterior, aunque disminuyó 0,9% respecto al trimestre
anterior.
Según Samsung, la demanda del mercado de teléfonos inteligentes se ha debilitado debido a los
efectos continuos de factores macro como el aumento de las tasas de interés y la inflación. Las
ventas disminuyeron debido a los efectos a la baja del lanzamiento del modelo S23 y una
recuperación retrasada del mercado.
Para la segunda mitad de este año, la compañía pronostica que volverá el crecimiento en la
demanda de teléfonos inteligentes, especialmente para el mercado premium. Pero existe la
posibilidad de revisión a la baja de las previsiones, debido a la prolongada crisis mundial y la
desaceleración económica.
Agencia CMA