Por Candela Sol Silva – La Derecha Diario
El trabajo del Consejo Europeo en Bruselas, que debatía el llamado “Pacto Migratorio Europeo” para obligar a todas las naciones que son parte de la Unión Europea a aplicar políticas de fronteras abiertas y reubicar a lo largo del continente los inmigrantes que ya entraron a los países sin controles, ha terminado sin lograr un acuerdo y quedó suspendido.
La cumbre caótica del jueves y viernes en Bruselas, que reunió a los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, acabó sin acuerdo sobre las conclusiones en materia de migrantes. La aprobación del mismo necesitaba la unanimidad, pero la resistencia que impusieron Hungría y Polonia fue inquebrantable.
Asimismo, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, si bien estaba a favor del acuerdo e intentó convencer a sus homólogos polaco y húngaro, sentenció después de la votación que reubicar a los inmigrantes no resuelve nada: “El problema migratorio no se soluciona descargándoselo al vecino“.
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, habló de “guerra contra la inmigración” mientras que su homólogo polaco, Mateusz Morawiecki, reiteró la oposición de su país al pacto migratorio. Polonia realizará un referéndum donde los ciudadanos expresarán su opinión sobre la reubicación de los migrantes, pero todo indica que la opción de fronteras abiertas será aplastada en el voto popular.
Si bien Morawiecki se negó a que el Consejo Europeo traslade a millones de inmigrantes africanos y árabes de países como Francia, España o Alemania al territorio polaco, cabe recordar que Polonia ha acogido a 1,6 millones de refugiados por la guerra de Ucrania, donde Bruselas aportó solamente €200 por cada ucraniano.
El líder magiar también cuestionó la administración del dinero de la Unión Europea: “La Comisión Europea debe responder a la pregunta de dónde se ha ido el dinero y quién es responsable de llevar a la Unión Europea al borde de la bancarrota financiera en dos años y medio o tres años”.
Varsovia y Budapest consideran el proyecto migratorio como una violación de la soberanía nacional de los estados miembros y acusan que el Pacto solamente aumentará las olas inmigratorias donde los traficantes de seres humanos son los verdaderos ganadores.
“El gobierno polaco no está de acuerdo con la reubicación obligatoria“, dijo Morawiecki el viernes en Bruselas. A su vez, declaró que Polonia no aceptaría un cambio completo en la política migratoria y abogó por una acción voluntaria de cada país en este asunto.
Este debate se encuentra totalmente alejado de la realidad cotidiana de los ciudadanos europeos, ya que el bloque de la zona euro entró oficialmente en recesión a partir del segundo trimestre del corriente año, las expectativas inflacionarias duplican la meta del Banco Central Europeo y la inflación efectiva sigue por encima del 6% interanual. Los europeos demandan soluciones a su bolsillo, no un nuevo debate sobre la inmigración.
Por otra parte, el nivel de actividad para los 27 países que conforman la Unión Europea (incluyendo a los que no adoptan el euro) se encuentra prácticamente estancado desde el tercer trimestre de 2022. Las contribuciones de economías muy dinámicas como Irlanda, Polonia y Hungría, así como las fuertes recuperaciones de Grecia e Italia son las responsables que los datos no sean aún más negativos.
La Unión Europea debería ocuparse del bienestar de sus propios ciudadanos en vez de comprometer su seguridad; y tendría que buscar planes para la reactivación de las economías en vez de ahogar la producción de los países con ridículas metas ecológicas, teniendo en cuenta que China es el país que más contamina y que no implementará ningún tipo de cambio en su matriz energética y productiva.
Los gobiernos fueron votados por el pueblo para solucionar problemas reales, no para someterse a los caprichos de unos burócratas que no representan a los ciudadanos. Más aún, estos burócratas representan intereses supranacionales los cuales van en contra del interés nacional de cada país.
En 2024 habrá una nueva ronda de elecciones en Europa, que serán fundamentales para frenar este nuevo embate de la Unión Europea, porque solo un cambio hacia la derecha podría detener este tipo de locuras.
tierrapura